El ex integrante de One Direction falleció el 16 de octubre en Buenos Aires, dejando una fortuna multimillonaria que irá mayormente a su hijo Bear, de 7 años.
El fallecimiento del cantante británico Liam Payne, conocido por haber sido parte de la exitosa banda One Direction, conmocionó al mundo del espectáculo. El artista, de 31 años, murió el pasado 16 de octubre en un trágico accidente en un hotel de Buenos Aires, Argentina. Según reportes oficiales, Payne cayó desde el balcón de su habitación en un tercer piso, ubicado en el barrio de Palermo. A pesar de los esfuerzos del personal médico, sus heridas resultaron fatales.
La noticia dejó a sus fanáticos y colegas en shock, y rápidamente surgieron preguntas sobre el destino de la fortuna acumulada por el cantante a lo largo de su carrera. Payne, quien alcanzó la fama en 2010 junto a Harry Styles, Zayn Malik, Louis Tomlinson y Niall Horan en The X Factor UK, amasó una fortuna estimada en 70 millones de dólares, gracias tanto a su participación en One Direction como a su carrera en solitario.
La fortuna de Payne y su legado a Bear
La mayoría de los ingresos de Payne provinieron de la era dorada de One Direction, cuando el grupo lanzó múltiples álbumes exitosos y realizó giras internacionales masivas. Tras la separación temporal de la banda en 2015, Payne inició su carrera solista, lanzando su primer álbum, LP1, en 2019. Su rol como embajador global de Hugo Boss y la creación de colecciones de NFTs fueron otras fuentes importantes de ingresos para el artista.
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Con su trágico fallecimiento, su hijo Bear Gray Payne, de 7 años, será el principal beneficiario de esta fortuna. Bear es fruto de la relación del cantante con Cheryl Cole, exjurado de The X Factor UK. Payne había manifestado en entrevistas previas que su intención era que todo su patrimonio pasara a su hijo, asegurando su bienestar a futuro.
Aunque no se ha confirmado quién gestionará la herencia hasta que Bear alcance la mayoría de edad, algunos rumores apuntan a la madre de Payne, Karen, como posible encargada de administrar los bienes. Entre los activos más valiosos de Payne se encuentran propiedades en Surrey, Inglaterra, y Malibú, California, ambas vendidas recientemente con importantes ganancias.
La repentina muerte de Liam Payne marca el fin de una prometedora carrera, pero su legado económico garantiza que su hijo Bear pueda tener un futuro seguro.