Andiolo Zevallos
La guerra de Corea se acaba. “¡Estados Unidos, y toda su gran gente, debería estar muy orgulloso de lo que está ocurriendo ahora!»;»Tras un año furioso de lanzamientos de misiles y pruebas Nucleares, tiene lugar ahora una reunión histórica entre Corea del Norte y del Sur. ¡Cosas buenas están pasando, pero solo el tiempo dirá!», dijo hace una semana Donald Trump.
Por su parte, Kim Jong-un, anunció que procederá al desmantelamiento de su centro de pruebas nucleares en Punggye-ri, en presencia de periodistas y expertos internacionales que verifiquen, den fe y “transparencia” del proceso; de algo que siempre fue un secreto en Corea del Norte.
El problema no es solo en la península. Aunque cueste creerlo, “actualmente existen 150 mil armas nucleares en todo el mundo y el comercio de armas goza de mejor salud que en ningún otro momento, con un gasto anual de 1.5 billones de dólares anuales”, según Antonio Guterres, Secretario General de la ONU.
El peligro es permanente. Más de 14,930 ojivas nucleares están instaladas y a la espera de ser activadas en cualquier momento; Rusia tiene 7,000, Estados Unidos 6,800, China 260, Reino Unido 215, Pakistán 140, India 130, Israel 80; y Corea del Norte 20; según cifras del SIPRI 2017.
Es más, las pruebas y amenazas no han cesado desde el año 1945. Estados Unidos realizó 1,032 pruebas nucleares, Rusia 715, Francia 210, Reino Unido 45 China 45, India 3, Pakistán 2 y Corea del Norte 10. Solo las explosiones atómicas realizadas entre 1945 y 1980 equivalen a 34,000 bombas como la que devastó Hiroshima.
Hace un año, Corea del Norte realizó su sexta y la más potente prueba nuclear, una bomba de hidrógeno con una potencia de entre 100 y 250 kilotones, quince veces más potente y destructiva que la bomba arrojada contra Hiroshima; capaz de ocasionar 2,100 millones de muertos y 7.7 millones de heridos. Imaginemos si fueran activadas las 150,000 armas nucleares e hicieran explosiones en el mundo.
La ONU dice que «solo una bomba puede destruir una ciudad entera y causar la muerte a millones de personas; poner en peligro el medio natural y las vidas de las futuras generaciones».
Somos los seres humanos quienes estamos poniendo en peligro los esfuerzos e iniciativas para librar al planeta de las armas nucleares, porque muchos estadistas creen erróneamente que así se hará un mundo más justo y seguro para preservar la paz universal.
El tema coreano no resolverá definitivamente el peligro. La verdad es que estamos frete a un coloso que en cualquier momento puede estallar, en cualquier parte del mundo. No olviden, 150 mil bombas nucleares no garantizan la paz mundial.