Es el segundo título que consigue Diego Cocca al mando del Atlas.
El Atlas ha ganado la tercera Liga en sus 105 años de historia. Escasa gloria para tanta grandeza de unos aficionados que han hipotecado su felicidad a bastante más de 22 futbolistas. Los rojinegros vencieron al Pachuca (3-2, marcador global) para conservar la llama de la felicidad.
Diego Cocca, un instructor argentino que hizo campeón al Racing de Avellaneda en 2014, sacó de los fosos a un triste Atlas que no sabía lo cual era ser campeón en bastante más de 7 décadas. Generaciones fallecieron sin ver a sus rojinegros ser campeones, decenas coleccionaron instantes melancólicos. Aquello se acabó en 2021 una vez que ganaron la Liga MX frente al León en una agónica tanda de penaltis.
Y la racha de gloria siguió hasta este 2022 una vez que se llevaron la final de ida (2-0) en una prueba de resistencia para su portero, el de Colombia, Camilo Vargas, y además una prueba de efectividad: 2 goles en 2 jugadas desarrolladas al milímetro. En la vuelta la cosa empezaba a salir mal. El Pachuca, un equipo con un doctorado en remontar partidos, empezaba a triunfar 1-0 a partir de los 8 min debido a un tanto de Romario Ibarra. Simulaba que la suerte del campeón se acababa, empero los de Atlas se negaban a creer que su rendimiento era una mera cosa del azar.
Previamente del final del primer tiempo, el equipo de Guadalajara alcanzó un enorme respiro una vez que les marcaron un penalti a su favor. La rigurosidad del VAR les ayudó a confirmar un tiro que ha cambiado por gol su delantero fetiche, Julio Furch. Las agruras para el Atlas empezaban a volver una vez que Nicolás Ibáñez del Pachuca marcó el 2-1 que elevaba las expectativas de los Tuzos.
Lo cual vino luego ha sido un ataque desbocado del equipo de Hidalgo para concretar la voltereta. Los rojinegros comenzaron a sentir más grande ansiedad una vez que les expulsaron a uno de los suyos, Aníbal Chalá, a falta de 8 min del final. La pared de Vargas, no obstante, ha podido más. Los pupilos de Cocca toleraron hasta el desenlace para poder hacer cerrar una temporada llena de idilio. Ahora, ser del Atlas es sinónimo de victoria.
