La raleada marcha del pasado 5 de setiembre, es la prueba más contundente que lo que la gente quiere es que sus problemas del día a día se resuelvan ahora y que el gobierno del presidente Vizcarra no siga perturbando la estabilidad del país, impulsando antojadizamente un adelanto de elecciones que no tiene ni pies ni cabeza, en vez de preocuparse en temas más importantes como, por ejemplo, dotar a los hospitales del Estado de las condiciones mínimas para operar dignamente en favor de los enfermos.
La citada marcha fue más de lo mismo: comunistas trasnochados que no saben qué hacer si no es azuzar el desorden, grupos de universitarios “progres” que todo lo ven protesta, activistas de todas las facciones LGTB y feministas, “colectivos” de derechos humanos y hasta periodistas de cierta prensa de izquierda; es decir, toda la fauna zurda mezclada pidiendo en la práctica un golpe de estado asolapado, siguiendo la consigna autodestructiva de un gobernante que no quiere ni puede gobernar.
Vizcarra quiere gastar más de 700 millones de soles en un referéndum y unas elecciones inútiles en vez de comprar miles de incubadoras para que los niños del Perú no sigan muriendo en los deplorables hospitales del Ministerio de Salud. Dinero que bien podría servir adquirir equipos de protección a los bebés prematuros, equipar a los nosocomios de camas, implementos elementales para la atención a los enfermos, medicinas, entro otros. Para eso sirve el dinero, señor Vizcarra, no para tirarlo al agua en un proyecto descabellado al cual pretende arrastrar a todos los peruanos.
Es momento de decirle al presidente del Perú que no siga perturbando más la economía nacional. ¿Sabe que los inversionistas extranjeros no quieren poner un dólar más precisamente por esta inestabilidad política por la que atraviesa el país? ¿Le conviene al Perú ingresar a una etapa pre electoral en un momento en que las pugnas internacionales entre Estados Unidos y China pone al mundo en el filo de la recesión mundial?
No nos disparemos más a los pies. Lo que se viene es realmente terrible para el Perú. Lo más probablees que la propuesta de adelantar las elecciones sea rechazada por el Congreso, ingresando el país en un hoyo negro del cual será muy complicado salir. Está en sus manos, señor Vizcarra no acelerar estas contradicciones y apelar a la razón. Todos queremos llevar al Perú a un puerto seguro, pero para eso necesitamos de un capitán que enrumbe el barco sin desviarlo al despeñadero. Usted tiene la palabra. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.
