Altuve-Febres analiza escenarios para no favorecer a uno ni a otro candidato
POR: ROBERTO SÁNCHEZ R.
Fernán Altuve-Febres, reconocido constitucionalista, considera que las irregularidades que se han evidenciado en la segunda vuelta del 6 de junio último no permiten legitimar el proceso electoral, por lo que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) debe declarar la nulidad del mismo y convocar a un nuevo proceso para setiembre u octubre, y así no favorecer a uno u otro candidato.
Doctor, ¿cuál cree que es una salida que le permitiría al JNE salvarse de cuestionamientos por cómo se ha dado la segunda vuelta electoral?
El JNE, en pleno uso de sus facultades y competencias, puede declarar la nulidad de la segunda vuelta y establecer una nueva fecha para convocar a una nueva elección, esto ante la evidencia de las irregularidades denunciadas que distorsionan la realidad del voto y el resultado. El JNE lo puede hacer y convocar nuevamente a elecciones.
¿Cree que esto puede frenar, de alguna manera, esta situación de polarización política y enfrentamientos?
En esta circunstancia de dudas, la proclamación de cualquiera de los dos candidatos puede gravitar en la apreciación de la mitad del país. Proclamar a un candidato sobre la otra mitad del país, con duros cuestionamientos, es condenar a un presidente y a un gobierno al cuestionamiento político permanente. En ese contexto, perdería toda legitimidad porque la gente dudaría del origen transparente de esa elección y meses después podría estar en contra de un gobierno que nadie reconoce. Sería peor que repetir una segunda vuelta para ver resultados indubitables.
Se han mostrado pruebas grafotécnicas que revelarían que una sola persona ha firmado las actas en un centro de votación. ¿Cómo ve esto?
Las modalidades de irregularidades fraudulentas que se han visto en este proceso de segunda vuelta electoral son inmensas. Es tal la cantidad de variedad de formas fraudulentas y de cuestionamientos que no se puede hablar de singularidad. Ese mismo día de la elección se detectó en tres centros de votación gente colocando votos en las ánforas, tres sujetos que fueron capturados por la Policía. Entonces, no se puede en este momento legitimar este proceso. Lo razonable es la nulidad de la segunda vuelta y la convocatoria a elecciones para una segunda votación en setiembre u octubre de este año.
¿Cómo puede el JNE superar todas las críticas por su aparente falta de transparencia?
Mire, todos los cuestionamientos contra el JNE se van a despejar si es que toma la decisión de no imponer a un candidato sobre otro. No estoy hablando del señor Castillo, ya estamos hablando aún de la señora Fujimori, pues si le reconocen sus 802 (actas con recurso de nulidad) van a decir que ha existido fraude a favor de ella también. Entonces, lo razonable es volver a repetir una elección como se hizo en Austria, donde se detectaron irregularidades y se repitió la elección, resultado que obviamente, con la experiencia, tendrá que ser intachable e incuestionable.
- Tal es la cantidad de actos fraudulentos en el proceso que es imposible legitimar esta elección, sostiene jurista.
¿Esta es la mejor salida?
Siempre hay salidas salomónicas cuando hay una voluntad de diálogo y se quiere llegar a un acuerdo democrático. Pero cuando se quiere imponer a un candidato sobre otro y, peor aún, cuando a medio país se le quiere imponer un candidato con todas las irregularidades habidas en este proceso, termina siendo una imposición vertical.
¿Qué atribuciones electorales tiene el Tribunal Constitucional (TC)?
En el Perú, el TC no tiene competencia electoral. Aquí es el JNE el que decide la suerte del país haciendo justicia, de lo contrario se deslegitima, como puede suceder si insiste en lo mismo. Sólo faltaría la voluntad de los magistrados y de los políticos para aceptar esta salida. Una persona que está dispuesta a manejar la Presidencia con medio país diciéndole que es un tramposo, es una persona que no es consciente que su gobierno está herido de muerte.
¿Qué podría hacer el Congreso de la República frente a esta situación?
El Congreso de la República podría desconocer el resultado de la elección, es una facultad del Parlamento, porque tiene que juramentar al Presidente y el próximo Congreso podría decir que no lo quiere porque ha nacido de un fraude. No se puede obligar a los congresistas a que vayan a una juramentación espuria. Podría ocurrir que imponen a un candidato y el 28 de julio, la mayoría de congresistas, no asisten a la ceremonia.
¿Confía en que el máximo órgano electoral del país actúe de manera adecuada?
Con una decisión de esta naturaleza el JNE se sanea, porque así demuestra que no tiene una inclinación ni para uno ni para el otro, sino que convoca al pueblo para que el país le diga en las urnas quién es su próximo presidente. Si no es claro quién ha sido, por lo ajustado, entonces le vuelvo a preguntar, y el pueblo dirá su sentir. En esta oportunidad tendrán que ser mucho más cuidadosos para que no ocurran irregularidades.
