Se aplican métodos no invasivos para no dañar los restos
Durante los trabajos de construcción del Museo Nacional de Arqueología, ubicado en lo que se conoce como Pampa Norte del Santuario de Pachacámac, se encontró una gran cantidad de contextos funerarios.
Todo este material fue objeto de un rescate arqueológico y ahora se encuentra en poder del museo de sitio de este conocido lugar prehispánico de peregrinación.
Desde el 2019 se desarrolla un estudio de los fardos en mejores condiciones. Lo más interesante de esta labor, según Sarita Fuentes, arqueóloga del museo, es que “no se han desenfardelado”.
Esto quiere decir que, a diferencia de los métodos tradicionales, se ha echado mano de las nuevas tecnologías para no alterar los vestigios antiguos.
Gracias a una alianza entre el museo de Pachacámac y el Proyecto Bioarqueológico Canadiense-Peruano ‘Las momias como microcosmos’, se ha empleado rayos X y CR Scan (un tipo de tomógrafo) para apreciar el interior de cada fardo. De esta forma, se ha descubierto lo que había en estos entierros sin tener que disturbarlos, informaron desde el museo.
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