Subdirector de La Razón
Durante los últimos años, las calles de Lima se vieron, de pronto, copados por jovencitos y pintorescos personajes de izquierda y antis, quienes marcharon en rechazo a la candidatura de Keiko Fujimori, a favor de la ideología de género, en contra el indulto al expresidente Fujimori y recientemente solicitando el cierre del Congreso (raro no, hace una década atrás condenaban el 5 de abril de 1992).
Hoy, ese grupo de indignados no ha organizado ninguna marcha, concentración o protesta contra la orden de detención domiciliaria que el Poder Judicial ha dictado a favor de los terroristas Margot Liendo Gil y Osmán Morote, este último el más importante cabecilla de Sendero Luminoso superado solo por Abimael Guzmán. Calladitos se quedaron.
También es lamentable que el presidente del Poder Judicial, Duberlí Rodríguez, salga de calificar de irresponsables a quienes critican la decisión de los jueces de la Sala Penal Nacional que excarcelaron a estos terroristas para que cumplan arresto en sus casas. Pareciera que no perciben la verdadera indignación nacional.
Así estamos. Hizo bien el presidente de la República, Martín Vizcarra, al expresar su desacuerdo con este fallo, cuando señaló que hubiese preferido que los cabecillas senderistas paguen sus penas y culpas “dentro de la cárcel y no fuera”.
No puedo dejar de rendir homenaje a los valerosos comandos de Chavín de Huantar, quienes arriesgaron sus vidas para rescatar a los rehenes secuestrados por delincuentes terroristas del MRTA.
Bien hizo el Congreso al reconocer ayer a un grupo de mineros que se encargó de cavar el túnel por el cual nuestros héroes ingresaron a la residencia del embajador del Japón en abril de 1997 para poner fin al secuestro de 72 rehenes perpetrado por terroristas al mando del terrorista Néstor Cerpa Cartolini.
La propuesta legislativa, que los declaró como Defensores Calificados de la Democracia, contó con 80 votos y sorprendentemente 18 en contra, estos en su mayoría por integrantes de izquierda.
No sorprendió que el congresista Marco Arana se haya opuesto a la aprobación de esta ley, ello, porque en la norma se incluye a rehenes que colaboraron con el operativo de rescate, en clara alusión al almirante Luis Giampietri, quien siendo rehén contribuyó con labores de inteligencia para el éxito de la operación militar que asombró al mundo. Lo dejamos ahí.