Sepa cómo Evitar la Insensibilidad por parte de personas, estas pueden venir de mensajes, acciones y/o actitudes en contra de personas vulnerables psicológicamente
En el discurso de hoy en día, el término «normalizar» suele conllevar una connotación positiva. Tanto dentro como fuera de las redes sociales, se escuchan llamados a normalizar una amplia gama de temas, desde los cuerpos posparto hasta las conversaciones sobre la salud mental en el ámbito laboral. La intención es clara: romper tabúes que resultan perjudiciales o incluso peligrosos.
Sin embargo, existe otro tipo de normalización, menos consciente pero igualmente perniciosa y potencialmente dañina. Se trata de la normalización de situaciones, tendencias y eventos que realmente no deberían considerarse «normales». Esta normalización, también conocida como desensibilización o habituación, puede tener efectos negativos profundos.
Imagina las guerras en Ucrania e Israel-Gaza. Al principio, los eventos traumáticos asociados con estos conflictos capturaron la atención del mundo, pero con el tiempo, la cobertura mediática ha disminuido y estos eventos han perdido prominencia en la conversación cultural. Este fenómeno ilustra cómo la exposición repetida a situaciones extremas puede llevar a la desensibilización.
Este proceso de desensibilización también se observa en situaciones cotidianas. Los jóvenes que crecen en barrios marginales, expuestos a la violencia de manera constante, pueden llegar a considerarla como algo normal. Del mismo modo, la preocupación pública por la COVID-19 disminuyó cuando la tasa de mortalidad bajó, lo que sugiere que nos adaptamos incluso a situaciones de riesgo.
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La normalización también puede aplicarse a problemas globales como el cambio climático. Estudios muestran que las personas que viven en regiones más afectadas por este fenómeno tienden a percibirlo como un riesgo menor. Además, existe evidencia de que nos podemos habituar incluso a nuestro propio comportamiento negativo, como mentir repetidamente para obtener ganancias personales.
En resumen, la exposición continua a ciertas situaciones puede llevarnos a normalizarlas, incluso si son perjudiciales. Aunque la adaptabilidad es una cualidad humana importante, puede tener consecuencias negativas cuando nos acostumbramos a circunstancias problemáticas o injustas.
Sin embargo, reconocer esta tendencia es el primer paso para contrarrestarla. Es crucial reflexionar sobre las cosas a las que nos estamos acostumbrando y tomar medidas para cambiarlas. Esto puede implicar acciones individuales, como informarse de manera consciente sobre temas importantes y tomar distancia emocional cuando sea necesario.
Además, es importante diversificar nuestras fuentes de información y buscar perspectivas diversas sobre los problemas que enfrentamos. Consumir noticias de manera más consciente y en momentos específicos puede ayudar a evitar la desensibilización y el agotamiento emocional.
En última instancia, debemos recordar que la normalización de lo que es anormal no es inevitable. La historia está llena de ejemplos de situaciones que alguna vez fueron consideradas inevitables, pero que finalmente cambiaron debido a la acción y la persistencia de las personas. Mantener esta verdad en mente puede inspirarnos a tomar medidas para crear un cambio positivo en el mundo que nos rodea.
Amanda Ruggeri es una galardonada periodista especializada en ciencia y actualidad. Publica contenido sobre habilidades y conocimientos mediáticos en su cuenta de Instagram @mandyruggeri.