Por Juan Sotomayor
Durante este mes, la campaña electoral regional y municipal entra a su momento de mayor apogeo. Los candidatos se desviven por llamar la atención de los electores, pretendiendo convencerlos para conseguir los votos que les permitan acceder a las alcaldías y gobernaciones regionales que se disputarán el próximo 7 de octubre. Todo recurso es válido y tenemos propaganda electoral en todo lugar: calles, parques y plazas, fachadas, radio, televisión, diarios, redes sociales, paraderos, centros de trabajo, etcétera. La fiebre electoral nos va tomando poco a poco, casi sin darnos cuenta, pese a la indiferencia y desconfianza que la política en general se ha ganado en los últimos tiempos.
En medio de tanto bullicio, un detalle que muchos electores dejan pasar es la falta de propuestas concretas. Generalmente la publicidad y la guerra sucia ocupan el espacio privilegiado que deberían tener los planes de gobierno que se supone cada candidato ha preparado para su localidad. Suele suceder que no gana quien tiene la mejor propuesta, ni siquiera quien la explica mejor. Suele ganar aquel que logra mayor empatía con el elector, quien representa mejor la posibilidad de hacer realidad sus esperanzas y resolver sus problemas tangibles.
Con la finalidad de centrar algunas ideas del debate electoral, sugiero que los principales temas de esta campaña incidan fundamentalmente sobre cuatro ejes que considero vitales: salud, educación, trabajo y seguridad. Municipalidades y gobiernos regionales deberían ser aliados estratégicos del gobierno central para lograr objetivos comunes de interés general en estos rubros, especialmente en los casos de aquellos gobiernos regionales que ya tienen facultades delegadas en materia de salud y educación.
Prevención y atención primaria organizada, equipamiento de postas y hospitales regionales, uso adecuado de la infraestructura educativa, capacitación docente, así como estímulos al talento de los mejores alumnos de secundaria, ayudarían a cerrar brechas en medio de la crisis que hoy padecemos. Ello sumado a la creación de condiciones para la generación de empleo local, con mecanismos de seguridad articulados y eficientes, sería muy buen soporte para el despegue de cada región y ciudad del país. ¿Cómo hacerlo? Los candidatos tienen la palabra.