ARTURO B. BERDEJO VERA
Indignación, más de la que tenemos con que el incapaz mimetizado de maestro Pedro Castillo siga en Palacio de Gobierno, descubrimos que no estábamos suficientemente indignados por culpa de algunos ganapanes, camuflados en el que ayer fuera un partido solvente como Acción Popular.
Pasarán a la historia ¡Claro que sí! La historia que nunca ha de librarse de su porción de delincuentes y adulones. Esos sí que pasarán a la historia por haber frustrado una negativa de confianza para hacer conocer al que todavía mora en palacio que era hora de recapacitar; de adecentarse. De que quitara las manos de la cosa pública. Pero no, a esos lambiscones algo … sabe dios de cuánto habrá sido el corte de lengua y luego tenderse cual alfombra a los pies de los cerrones y del que les obedece, Pedro Castillo.
Hubo los salhuanas que previo al día de la puesta en votación vociferaba su ferviente decisión de votar en contra de dar la confianza a los corruptos comandados por “no me atarantes, Torres. Qué bien dijeron los demócratas tenemos un voto más. Sin embargo, a la hora de votar llegó un lastimoso pero cobarde: “me abstengo”. Preguntado por algunos de sus pares dijo que: así es mi modo de divergir y mostrar mi rechazo. Algo muy curioso que no tiene otra lectura que una monumental hipocresía cuando no, gran cobardía… o tal vez fue “alimentado con una que otra marmaja debajo de la mesa”
Esos tibios o mojigatos—Del mojigato dice el mataburros persona que aparenta humildad timidez y hasta honradez para lograr su insanos propósitos. ¿Acaso no es la fiel fotografía de los que arrugaron? En ese lote cae, también, con exactitud, el de la precaria presidencia.
De la otra orilla se escuchó más de una tibieza. Voy a escuchar, primero. — No odio, pero prefiero escuchar—El chinito fiel a “la gobernabilidad” siempre vota a favor de todos los gobiernos. Wiflas… cien veces wiflas esos tipejos alguien les dijo ganapanes no saben cómo justificar su apego a la curul que le significa veinte mil y pico soles mensuales más las propinas que le entrega el del descomunal sombrero, debajo de la mesa.
La compra se disfraza por: hacer calles, puentes, catedrales, universidades y etc.. Y otra vez wiflas. Todo ese regalo llega a sus bolsillos. De patriotismo … ¡Ni michi! Sus representados seguirán mendigando agua, luz, teléfono, internet, colegios, postas médicas. La respuesta venida de los tibios: Eso no es mi cau cau- igualando al guarapero Toledo.
Junto a esos miserables se sumarán anotados para la historia plata como cancha; el de la Universidad a distancia. La misma señora Keiko que estuvo cavilando más de cien veces calculando perdones y soslayar responsabilidades. La nota resaltante la escribe cabecebuque Lejano que manipuló a los obedientes ganapanes para votar, más por resentimiento o por su eterno espíritu de oponerse a todo. Recuérdese que siendo congresista no dejó respirar a la telefónica mencionando a diario todas o algunas de las falencias de esa compañía.
El resultado de esa arremetida fue que llegó el silencio casi en automático y la telefónica “nos premió” es decir nos hizo pagar el pato y nos quitó las guías de teléfonos. Como dato agrego que los Estados Unidos de América con toda la tecnología de la que dispone sigue entregando guías de teléfonos a sus usuarios. Pero claro alguno reclamará con razón, que de Estados Unidos si estábamos ligeramente lejos hoy se avecina que estaremos a cientos de años de distancia en materia de progreso tecnológico o sanitario. Tal como les sucede hoy a Cuba, Nicaragua y Venezuela.
(*) Miembro (r) de la Marina de Guerra y analista político.