Militares custodiarán una de las últimas estatuas de Hugo Chávez en medio de tensiones por las recientes elecciones en Venezuela.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha ordenado que militares custodien una de las pocas estatuas restantes de Hugo Chávez, después de que dos de ellas fueran derribadas durante protestas recientes. Las manifestaciones, que se desencadenaron tras las controvertidas elecciones en el país, han puesto en el centro de la atención a los monumentos erigidos en honor al expresidente Chávez, quien gobernó Venezuela desde 1999 hasta su fallecimiento en 2013.
Los incidentes de derribo de las estatuas ocurrieron en La Guaira, un puerto cercano a Caracas, y en la localidad de Mariara. Las imágenes de estos actos fueron difundidas por diversos medios de comunicación y se viralizaron en las redes sociales. En respuesta, Maduro expresó su indignación, señalando que los ataques se dirigieron contra «el mejor presidente que ha tenido Venezuela en 150 años».
En un intento de proteger lo que queda de estos símbolos, Maduro dispuso que decenas de militares custodien una de las últimas estatuas de Chávez. Desde la madrugada del lunes, las fuerzas armadas se encuentran vigilando la estatua para prevenir posibles ataques adicionales por parte de ciudadanos descontentos.
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La situación en Venezuela sigue siendo tensa, con manifestaciones constantes en rechazo a los resultados electorales y la gestión del gobierno actual. Las estatuas de Chávez, símbolo del legado del expresidente, se han convertido en un foco de la ira popular en medio de la crisis política y social que atraviesa el país.
La controversia no se limita a las fronteras de Venezuela. En Perú, un grupo de venezolanos residentes en la provincia de Chincha, región de Ica, ha solicitado la remoción de un busto de Hugo Chávez que fue instalado en 2013. Este busto de bronce, que se encuentra en el asentamiento humano Simón Bolívar, tiene aproximadamente un metro de altura y presenta a Chávez con la banda presidencial y el escudo de Venezuela.
Los residentes de Chincha, que han vivido de cerca las repercusiones de la crisis venezolana, consideran que el busto es un recordatorio doloroso de la difícil situación que enfrentan sus compatriotas en su país natal. En un contexto de creciente descontento y rechazo a las políticas del actual gobierno de Maduro, los monumentos a Chávez se han convertido en símbolos controvertidos, tanto dentro como fuera de Venezuela.
En medio de este panorama, la orden de Maduro de proteger las estatuas de Chávez con militares subraya la profundidad de las divisiones y la intensidad de las emociones en torno a la figura del expresidente.
