Manuel Herrera Gómez, director académico de Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), en España, sostiene que en nuestro país se debe hacer una inversión para mejorar la banda ancha, ya que esta modalidad se sostiene en las nuevas tecnologías
REYNA CÁRDENAS A.
¿Cuánto ha evolucionado el campo de la educación a distancia?
Pues digamos que en los últimos años ha evolucionado muy positivamente, porque está permitiendo que se pueda llevar la formación mediante estas nuevas herramientas a personas que de otra forma sería totalmente imposible. Hacer una educación online de calidad, como la que hacemos nosotros en la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), pues implica en buena medida, entre otras cosas, tener una plataforma totalmente desarrollada, tener un profesorado de primer nivel, y por supuesto tener unos contenidos totalmente digitalizados. Creo que Perú está apostando por la educación online y en buena medida su futuro en la formación depende de que lo haga, porque aquellos países que no apuestan por la formación online perderán el tren y seguramente la posibilidad de formar un capital humano de primera calidad.
¿Cuáles son las principales objeciones de algunas personas para no optar por la educación a distancia?
Yo creo que las grandes objeciones vienen porque en más de una ocasión la educación a distancia que se ha hecho en el Perú no ha sido de calidad, y no ha estado sometida a los controles de calidad. Pero también es cierto que Perú, al día de hoy, necesita esa educación a distancia. Pensemos en el caso concreto de Lima, donde la existencia de grandes distancias hace que las personas no puedan asistir a la presencialidad de muchas titulaciones.
El ritmo de vida actual de las personas hace que no les sea tan fácil acomodar sus tiempos para ir a un aula de clases. Trabajan, estudian, tienen familia…
Claro, y más cuando nos estamos encontrando en un contexto laboral, en el que se está demandando a las personas cada vez más formación, una formación a lo largo de toda la vida. Nosotros por ejemplo, ofrecemos 150 maestrías oficiales que están reconocidas por la Sunedu, con lo cual la titulación emitida es válida en el Perú pero también en toda la Unión Europea: en España, en Francia, Alemania. Los títulos que emite UNIR son títulos de esas características.
¿Y la exigencia para el alumno es igual que en la forma presencial?
Es una exigencia igual. Nosotros tenemos un método de evaluación continua, el 40% de la nota el alumno la obtiene a través de la realización de actividades vía de la plataforma, y el 60% por exámenes presenciales, que son realizados aquí en Lima. Además nosotros, al día de hoy, tenemos una tasa de 85% de egresados. De los alumnos que empiezan con nosotros, 8 de cada 10 alumnos terminan en tiempo real.
En el caso del Perú, desde que se empezaron a dictar los cursos a distancia, ¿qué ha mejorado y qué nos falta?
Nosotros llevamos un año en el Perú. El año pasado por estas fechas teníamos 17 alumnos y actualmente ya son más de 300, lo cual demuestra que la gente empieza a confiar en la enseñanza online. Ahora bien, eso implica una gran inversión tecnológica. Perú tiene que mejorar por ejemplo en todo el tema de su banda ancha, para que haya una buena conectividad. Y para aquellas instituciones que quieran apostar por lo online, tienen que formar a su profesorado en lo online, y para eso UNIR también cuenta con una herramienta en la que buena parte de las universidades peruanas pueden apoyarse.
España nos lleva la delantera en el campo de la formación a distancia. ¿A qué se debe?
Yo creo que se debe, en primer lugar, a que la enseñanza online que se ha empezado a hacer es de calidad, y la gente ha confiado. Y en segundo lugar, es de calidad porque han existido unos controles muy exhaustivos para que fuera así. En tercer lugar, porque es una enseñanza que se ha dirigido a un segmento de población muy concreto, que es ese segmento de mayores de 25 años necesitados de estudios especializados.
¿Cuál es el futuro de la educación a distancia, qué es lo que se viene?
Yo lo que pienso es que no va a desaparecer la educación presencial ni mucho menos, seguirá existiendo. No podemos robarle a las jóvenes generaciones que van a llegar a la universidad todo lo que es la socialización en el mundo universitario, donde uno por primera vez se separa del hogar paterno, se enamora, tiene sus primeras fiestas, sus compañeros y amigos. Ahora bien, en la enseñanza presencial van a ir apareciendo y se van a ir introduciendo los cursos online como formación también, y nos vamos a encontrar que se van a ir hacia modelos mixtos que combinan enseñanza presencial con enseñanza online.