Luis Almagro, secretario general de la OEA, tendrá que responder a carta firmada por 118 legisladores americanos y europeos sobre complot.
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La crisis política que viene atravesando el país podría pasar a convertirse en un problema internacional debido a las alianzas estratégicas y pactos internacionales que tiene firmados Perú con algunos países de la ragión. Después de más de dos meses de incertidumbre y sin encontrar una salida a la crisis, 118 parlamentarios de 14 países de Iberoamérica y de Europa tomaron la decisión de firmar una carta abierta que se denomina como el Foro de Madrid, dirigida a Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), en la cual señalan que existe un «proceso de desestabilización que vive el Perú y que está siendo impulsado desde el exterior».
Se sabe que los 118 parlamentarios firmantes provienen de Argentina, Bélgica, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, España, Honduras, Hungría, Italia, Paraguay, Perú, Polonia y Uruguay.
«Los parlamentaraios abajo firmantes, provenientes de diferentes naciones iberoamericanas y europeas, queremos manifestar nuestra preocupación por el proceso de desestabilización que vive el Perú y que está siendo impulsado desde el exterior», se lee en el oficio.
Esto, refiriéndose al rol que han estado desempeñando los mandatarios de países asociados al llamado socialismo del siglo XXI, entre ellos Gustavo Petro (Colombia), Andrés Manuel López Obrador (México), el expresidente Evo Morales de Bolivia, entre otros.
“Es evidente el papel protagónico del controversial boliviano Evo Morales en las protestas vandálicas que se realizan desde el sureste del país hacia Lima con el objetivo de derrocar al gobierno constitucional de Dina Boluarte”, señalan.
Seguidamente, indica que más grave todavía es “el comportamiento de gobiernos pretendidamente democráticos -como los de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Honduras y México- que apoyan impolíticamente esta desestabilización, al afirmar falsamente que Pedro Castillo fue víctima de un ‘golpe de Estado’, cuando es público y notorio que el ahora expresidente quiso disolver el Congreso para perpetuarse en el poder”.
Otra idea resaltable del documento es el que sigue: “No es casual, señor secretario general, que estos sean los mismos gobiernos que proponen abiertamente el desmantelamiento de la Organización de Estados Americanos y el subsiguiente reemplazo por una CELAC parcializada y al servicio de su agenda ideológica”.
Incoherencia política de la OEA
Finalmente, los legisladores firmantes hacen incapié en la incoherencia política de la OEA para tratar situaciones similares en otros países de la región.
“Señor secretario general, resulta inaceptable que para algunos gobiernos adscritos a la OEA, ciertas protestas sean malas cuando afectan a sus aliados (caso Brasil), y otras sean buenas porque sirven para derrocar a adversarios ideológicos (caso Perú). Esa doble moral constituye una grave amenaza a nuestros sistemas democráticos y un riesgo para la paz y la estabilidad de nuestro continente. Dicha actitud deber ser condenada y reprobada antes que logren sus nefastos objetivos”, sentencian.
