En el segundo día de paralización, aumentó la afluencia de buses en Lima mientras persisten las protestas en contra de la criminalidad.
El paro nacional, convocado por organizaciones de transportistas y movimientos sociales en demanda de acciones concretas frente a la criminalidad, continúa su segundo día en diversas zonas de Lima. Desde tempranas horas, nuestros equipos periodísticos cubren el despliegue de manifestaciones en diferentes puntos estratégicos de la capital, en una jornada en la que se observó un incremento en la circulación de buses, especialmente en zonas como Puente Nuevo, en el distrito de El Agustino.
Ayer, durante el primer día del paro, manifestantes bloquearon la avenida Abancay e incluso intentaron desinflar las llantas de algunos vehículos en protesta contra la inseguridad que afecta las calles de Lima. Los organizadores exigen medidas firmes contra delitos como la extorsión y el sicariato, problemáticas que han aumentado significativamente en los últimos años, según indican. La paralización, prevista para durar 72 horas, coincide además con la realización del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) 2024, lo que añade una presión adicional sobre las autoridades en términos de seguridad y orden público.
Hoy, en el área de Puente Nuevo, se evidenció un aumento en la circulación de buses y transportes públicos respecto al primer día, una señal de que algunos ciudadanos han optado por reanudar sus actividades a pesar del paro. En esta zona, se desplegó un notable operativo de control de identidad por parte de efectivos policiales, quienes, desde primeras horas de la mañana, realizan revisiones a quienes transitan o ingresan al área. Esta presencia policial busca tanto prevenir incidentes como responder de manera oportuna a cualquier brote de violencia que pueda surgir en el marco de las manifestaciones.
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En distintos puntos de la ciudad, grupos de manifestantes se mantienen activos, y aunque en menor escala que el primer día, algunos intentan bloquear vías de tránsito clave. Los organizadores del paro han insistido en que estas movilizaciones buscan visibilizar la necesidad de un plan integral contra la inseguridad, que según ellos, ha sido desatendida por las autoridades. La ciudadanía, por su parte, se encuentra dividida: algunos apoyan la medida en busca de una respuesta frente a la criminalidad, mientras que otros prefieren retomar sus actividades cotidianas.
El desenlace del paro y las respuestas que brinde el gobierno en los próximos días serán clave para definir el rumbo de estas protestas que, además de visibilizar demandas de seguridad, evidencian el descontento creciente en el contexto de un evento internacional como el APEC.
