Por: Carlos Linares Huaringa
Twitter: @carloslinaresh
Con la presencia de representantes de 33 países de un total de 34 invitados, hoy se inicia en Lima la VIII Cumbre de las Américas. Y dado que las autoridades o figuras políticas de más del 30% de ellos están involucradas, con diferente intensidad, en el escándalo transnacional Lava Jato, es entendible que el tema central sea: «Gobernabilidad democrática frente a la corrupción».
Y aunque casi la totalidad de los gobiernos presentes han manifestado su disposición a lograr un acuerdo consensuado que contenga medidas para hacer frente a la corrupción, existe gran escepticismo en torno a la posibilidad de que ello ocurra.
Sin embargo, de darse el caso, esperamos que no sea una simple declaración de generalidades y que más bien se establezcan acciones puntuales a nivel de procesos seguridad y transparencia. El objetivo es que los acuerdos a los que se arriben puedan ser monitoreados y medidos en el transcurso del tiempo, a fin de conocer su eficacia o fracaso.
Ya existe una Convención Interamericana contra la Corrupción pero no ha cumplido con su labor de prevención y/o detección de las corruptelas del caso Lava Jato. Lo que ahora resta es que se hagan las correcciones debidas y que los planes futuros sean tangibles y funcionales.
Otro tema fundamental e ineludible durante la cita será el de Venezuela, país que padece una severa crisis humanitaria por culpa del dictador Nicolás Maduro. Al respecto, consideramos que será imposible un pronunciamiento unánime debido a las diferentes posiciones de los gobiernos respecto al régimen chavista que viene desangrando a su país.
El rechazo a la repudiable complicidad de Bolivia, Cuba y otros países con Maduro también debe extenderse a la izquierda peruana, que no ha dudado en expresar su respaldo al gobierno llanero desde la denominada ‘Cumbre de los Pueblos’, ese engendro chavista creado para promover su nefasta ideología en la región.
Todos ellos se han hecho a los locos con la sistemática violación de los derechos humanos y de la Constitución, la represión y la existencia de presos políticos en Venezuela. Pues corresponde a los demás gobiernos denunciarlo y esperamos que ocurra así durante la Cumbre de Lima.
Esto es muy importante si se tiene en cuenta que el otro punto a tratar está orientado a la gobernabilidad, el fortalecimiento de la democracia y de sus instituciones. Y ello pasa por ser claros y señalar a los gobiernos que se zurran en dichos conceptos.