Se precisa que 32 insurgentes fueron capturados con vida
El jefe del NDS añadió que la ofensiva es una respuesta al asalto al Hotel Intercontinental en Kabul, en el que murieron una veintena de personas, entre ellas catorce extranjeros.
Al menos 50 talibanes murieron y 32 fueron capturados con vida durante una ofensiva en la provincia de Kandahar, en el sur de Afganistán, como parte de una campaña de operaciones en respuesta a los atentados perpetrados por el grupo en las últimas dos semanas.
El Ejército, la Policía y la principal agencia de inteligencia afgana, el Directorio Nacional de Seguridad, lanzaron la ofensiva contra varias bases de la formación insurgente en el distrito de Maiwand, indicó a el portavoz del gobernador provincial, Qudratullah Khoshbakht.
«La operación fue lanzada, sobre todo por el NDS, en varias aldeas del distrito de Maiwand y en ella mataron a 50 combatientes talibanes y destruyeron gran número de armas y munición», agregó.
En un comunicado, los servicios de inteligencia confirmaron el número de bajas, entre las que se encuentran varios comandantes de la formación, y precisaron que 32 insurgentes fueron capturados con vida.
Durante la operación aérea y terrestre también se incautaron de explosivos y minas y destruyeron una importante fábrica de artefactos explosivos improvisados (IED), diez bases talibanas y más de medio centenar de vehículos.
«Una serie de operaciones extensas está en marcha, la mayoría de ellas son operaciones especiales», afirmó en rueda de prensa en Kabul el jefe del NDS, Masoom Stanekzai, sobre las medidas que se están tomando tras las recientes masacres de civiles.
La campaña está dirigida contra las bases desde las que los insurgentes organizan los atentados, lo que tendrá un «impacto directo en las redes que llevan a cabo ataques terroristas», puntualizó.
Stanekzai añadió que la ofensiva es una respuesta al asalto al Hotel Intercontinental en Kabul, en el que murieron una veintena de personas, entre ellas catorce extranjeros, y el atentado con una ambulancia cargada de explosivos en la capital afgana, que ocasionó 103 fallecidos y más de 200 heridos, acciones ambas reivindicadas por los talibanes.
Desde el final de la misión de combate de la OTAN, en enero de 2015, el Gobierno de Kabul ha ido perdiendo terreno ante los insurgentes hasta controlar apenas un 57 % del país, según el inspector especial general para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR) del Congreso de Estados Unidos.