Por: Pedro Godoy P.
SANTIAGO DE CHILE.- Meses en la armaduría de la acusación destinada a tumbar a la ministra de Educación, Marcela Cubillos. No menos de una hora de arengas hubo que tolerar por TV de adversarios y aliados antes que se votara el libelo Energía y tiempo malgastados. Cientos de parlamentarios, periodistas, camarógrafos dedicados a esa farsa. Todo ¿para qué? La verdad es que para nada.
La democracia recuperada luego de 17 años de dictadura cívico castrense vuelve así a contaminarse de la politiquería. Diversos sectores hoy en la oposición se embarcan en cabildeos y zancadillas. Con ello desprestigian el Estado de Derecho y siembran en la muchedumbre el desconcierto y, lo peor, la indiferencia.
Mientras el país padece una megasequía que amenaza hasta los suministros de agua potable de los centros urbanos. Los campos están secos y la ganadería está diezmada. La población campesina de IV Región y de la V padecen la miseria Camiones aljibes transitan llevando -de urgencia- agua para los habitantes de esos parajes.
El Presidente promete plantas de desalinizadoras y acueductos, pero no vemos todavía una
movilización activa que acuda a las tareas paliativas que la tragedia exige. Nos ahogan anuncios que implican millones y que no se refieren a esta labor, como los de por ejemplo, sumas para los Juegos Panamericanos y otras para remodelar el Paseo Bulnes.
Ahora mismo una millonada de dólares se gastarán en comprar «de segunda mano» varias fragatas en Australia. Ello desencadenará, sin duda, el afán de Lima y Buenos Aires en orden a igualar a Chile en «poder naval». Sin visión de país, nuestros marinos, en vez de optar por un control multilateral, en el Cono Sur, del gasto bélico adquieren chatarra náutica.
Hay frivolidad en estos gastos así como en la acusación que apuntara «decapitar» a Marcela Cubillos. Un país con esa macrosequía debe cerrar filas y organizarse para mitigar el derrumbe agropecuario. Desempleados criollos y casi un millón de inmigrantes deben movilizarse con presidiarios y efectivos de las FFAA para la empresa.
Es una verguenza despilfarrar un mes en dicha acusación. En un país con esa gangrena que es la macrosequía debe cerrar filas y organizarse para mitigar el derrumbe agropecuario. Miles de desempleados criollos y casi un millón de inmigrantes deben movilizarse. Ello no exime de trabajo a presidiarios y efectivos de las FFAA.
Resulta urgente que lo parlamentarios senadores y diputados- que obtienen sumas millonarias como «dietas» abandonen sus afanes de hegemonía. Deben compenetrarse de la feroz ausencia de agua así como de la urgente edificación de embalses y de plantas dessalinizadoras.. La demagogia explica el descrédito de la «clase política».