Esta medida no solo tiene implicaciones prácticas en el turismo
El paradisíaco destino de Cancún o la enigmática Teotihuacán pueden estar ahora un poco más lejos para los peruanos que planeaban visitar México en los próximos meses. El Gobierno mexicano ha tomado la decisión de requerir visa a los ciudadanos peruanos que deseen ingresar a su territorio a partir del 20 de abril, según lo establecido en un reciente acuerdo oficial publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
La medida, anunciada por la Secretaría de Gobernación de México, surge como respuesta a lo que el Gobierno mexicano describe como un «incremento sustancial» de peruanos que ingresan al país y realizan actividades que no están permitidas para los visitantes sin autorización para realizar acciones remuneradas. Esta acción, temporal en su naturaleza, busca regularizar el flujo migratorio y proteger la integridad del sistema de visas.
A pesar de esta nueva exigencia, aquellos peruanos que ya tengan viajes programados antes del 20 de abril podrán ingresar a México sin necesidad de obtener una visa. Sin embargo, para quienes planeen viajar después de esa fecha, será obligatorio adquirir una visa antes de su llegada al país.
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La decisión de México de requerir visas para los peruanos marca un cambio significativo en la política de inmigración, ya que en noviembre de 2012 se eliminó el requisito de visa para los visitantes peruanos, con el objetivo de agilizar el flujo de personas y el comercio entre ambos países.
El gobierno mexicano justifica esta nueva disposición al señalar que se han identificado casos de personas cuyo perfil no corresponde al de un visitante genuino, lo que sugiere un posible abuso del sistema de exención de visas. Datos proporcionados por la Secretaría de Gobernación revelan que se han registrado numerosos eventos de rechazo en puntos de internación de peruanos debido a inconsistencias en el motivo de viaje, así como casos de ingreso irregular y presentaciones ante autoridades migratorias sin acreditar una situación migratoria regular.
Esta medida no solo tiene implicaciones prácticas en el turismo y la movilidad entre ambos países, sino que también ha generado tensiones diplomáticas entre Perú y México, exacerbadas por desacuerdos políticos y enfrentamientos entre los líderes de ambas naciones. Desde el intento de golpe de Estado en Perú en diciembre de 2022 hasta la expulsión de diplomáticos en febrero de 2023, las relaciones entre los dos países han sido tensas, lo que ha afectado no solo el ámbito político, sino también la cooperación bilateral en diversas áreas.