El actor, que lucha contra la pedofilia, no volverá a colaborar con el director acusado por su hija adoptiva de abuso sexual
Son muchos los actores que han asegurado que no volverán a trabajar con el director cinematográfico Woody Allen y a esta lista se une el ganador al Oscar, Michael Caine.
Tras conocer las acusaciones de la hija adoptiva de Allen, Dylan Farrow, Caine dijo haberse sentido “aturdido” pues consideraba a Woody como un gran amigo y no podía creer lo que sucedía.
«Soy un mecenas de la NSPCC (Asociación Nacional para la Prevención de la Crueldad hacia los niños) y tengo opiniones muy fuertes contra la pedofilia. No me arrepiento de haber trabajado con él, lo cual hice con total inocencia; pero no volvería a hacerlo», afirmó el actor en entrevista con el diario “The Guardian”.
Siendo un gran activista en contra de la pedofilia en el 2010 también se pronunció en contra de este delito, incluso pidió pena de muerte. «Soy un derechista bastante rabioso por la pedofilia. Si quieren volver a colgarlos, soy tu hombre. Voy a tirar de la palanca. No me hagas comenzar eso. Lo odio. Lo odio», confesó Michael bastante ofuscado por la situación para “Daily Telegraph”.
Como se recuerda Allen fue acusado por Dylan de haber abusado sexualmente de ella cuando era una niña. Mediante un comunicado, el guionista precisó que hace 25 años se demostró que nunca tocó a Farrow. “La Clínica de Abuso Sexual Infantil del Hospital de Yale-New Haven, como por Bienestar Infantil del Estado de Nueva York, llegaron a la conclusión de que nunca se había producido ningún abuso», aseguró.