Es amado en Occidente pero tiene poca popularidad en su propio país , a él se le atribuyen los cambios en Europa del Este que terminaron con la caída del Muro de Berlín, la reunificación de Alemania, la desintegración de la URSS y el fin de la Guerra Fría.
Un día como hoy, 2 de marzo, de hace 89 años, nacería en la ciudad de Stávropol, el líder soviético que cambiaría para siempre la historia de este país: Mijail Gorbachov, al que se le atribuyen muchos de los cambios en Europa del Este que terminaron con la caída del Muro de Berlín, la reunificación de Alemania, la desintegración de la URSS y el fin de la Guerra Fría.
Fue un 25 de diciembre de 1991, cuando la bandera soviética fue arriada por última vez en el Kremlin. Gorbachov estudió derecho en la Universidad Estatal de Moscú (1950-1955), al finalizar la carrera se hizo miembro del Partido Comunista, en donde en 1985 se convierte en Secretario General del partido tras la muerte de Konstantin Tchernenko.
Se presenta como un transformador del sistema soviético e impulsa las polémicas reformas conocidas como «glasnost» (apertura), que consistía en eliminar los resabios de la represión estalinista y darle más libertad de expresión y religión a los ciudadanos y «perestroika» (reestructuración) que consistía en relajar el control del Gobierno sobre la economía soviética.
La llegada de Gorbachov como Jefe de Estado (1990-1991) también supuso un cambio en la política exterior, la URSS renunciaba a su título de potencia mundial con la firma en 1987 de un tratado de desarme nuclear pactado con los Estados Unidos de Ronald Reagan y la retirada del ejército soviético de Afganistán en 1989. Esto condujo al nacimiento de procesos revolucionarios que acabaron con los regímenes comunistas en Europa central y oriental, abriendo el camino para la reunificación de Alemania en 1990 tras la caída del Muro de Berlín un año antes.
Sus principales aportes Afganistán
Durante nueve años (de diciembre de 1979 a febrero de 1989), la URSS estuvo agobiada por la guerra afgana, con la que intentó garantizar la continuidad del poder del gobierno pro soviético del país. La guerra afgana se convirtió en “el Vietnam de la URSS”, como dijo Zbigniew Brzezinski, exasesor de seguridad nacional del presidente estadounidense, Jimmy Carter, y costó 15.000 vidas soviéticas.
Así que Gorbachov la concluyó: en febrero de 1989, el contingente militar soviético abandonó Afganistán para siempre. “Terminamos este sombrío capítulo”, recordó Gorbachov 30 años después. “Todos [en el gobierno] estaban de acuerdo: Es imposible resolver el problema afgano por medios militares”.
La doctrina Sinatra
En octubre de 1989, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores soviético, Guennadi Guerásimov, comentando el nuevo enfoque de Mijaíl Gorbachov hacia los Estados socialistas de Europa del Este, dijo en broma: “Ahora tenemos la doctrina Frank Sinatra. Tiene una canción titulada My Way. Así que cada país decide por sí mismo qué camino tomar”. Eso significaba que Moscú ya no estaba dispuesto (ni era capaz) de mantener a los gobiernos comunistas de países como Polonia, Hungría, Checoslovaquia, sin importar las consecuencias: a partir de ese momento, la Europa del Este era libre de elegir su propio camino.
Cayó el muro de Berlín
“¡Sr. Gorbachov, derribe este muro!”. El presidente estadounidense, Ronald Reagan, instó así al líder soviético en 1987, durante un discurso en Berlín, ciudad que había sido cortada en dos por un muro que separaba Alemania Occidental y Oriental, desde 1961. Reagan sabía con quién hablar para acabar con esta situación: la URSS era el patrocinador político de Alemania Oriental y tenía un importante contingente militar desplegado en el país.
Y Gorbachov reaccionó a su llamado, no con palabras, sino con hechos. A finales de 1989, la existencia del muro no tenía sentido. Cuando Hungría abrió sus fronteras con Austria (¡la doctrina Sinatra en acción!), se pudo viajar de Alemania Oriental a Occidente a través de Checoslovaquia, Hungría y Austria. El 9 de noviembre de 1989, las autoridades de Alemania Oriental abrieron la frontera y el muro fue derribado.
Reducción de armamento
Uno de los logros más importantes de Gorbachov fue frenar la carrera de armamentos nucleares (si no detenerla por completo). En 1987, él y Ronald Reagan firmaron el Tratado INF, que prohibía los misiles soviéticos y americanos con un alcance de entre 500 y 5.500 km (de corto y medio alcance). Por primera vez en la historia del mundo, dos superpotencias nucleares se obligaron a deshacerse de toda una clase de armamento, haciendo de Europa un continente mucho más seguro.
El otro tratado soviético-estadounidense crucial de la era Gorbachov fue el START-I (Tratado de Reducción de Armas Estratégicas), firmado en 1991, pocos meses antes de que la URSS se desintegrara. El tratado START-I limitó a las dos potencias a tener un máximo de 6.000 ojivas nucleares y no más de 1.600 portadores (misiles balísticos y bombarderos), lo que condujo a la mayor eliminación de armas nucleares de la historia.
El que fuera Premio Nobel de la Paz en 1990 por su papel como catalizador en el proceso de paz y haber puesto fin a la Guerra Fría, desató la oposición de una sociedad cada vez más radicalizada y una parte conservadora del Partido Comunista.
Después de su dimisión el 25 de diciembre de 1991, Gorbachov siguió ligado a la política creando en 1996 el Partido Socialdemócrata de Rusia. Además, al ser una figura reconocida en todo el mundo, ha hecho de todo: desde aparecer en alguna película hasta formar parte de anuncios comerciales, pasando por ganar un Premio Grammy por el mejor álbum hablado para niños (junto a Bill Clinton y Sophia Loren) y por lanzar un disco musical. No obstante, a nivel político, las opiniones de Gorbachov siguen siendo muy consideradas. A sus 89 años sigue viviendo en Rusia, a las afueras de Moscú.