Más revelaciones se suman al caso del presunto tráfico de municiones enquistado en el Ejército del Perú, que terminarían en manos de organizaciones criminales de Ecuador.
No solo habrían salido 3.600 proyectiles, incautados en un operativo en La Victoria, sino más de 50 mil durante el 2024, así lo reconoció un testigo clave ante los agentes de la Depincri de la Policía Nacional del Perú (PNP) y de la Fiscalía de la Nación.
Un nuevo personaje ingresa en esta presunta trama de corrupción. El subteniente EP Marco Páucar Yaguno, de 27 años, admitió haber sustraído las municiones incautadas del almacén del Batallón de Comando N° 19 de la Primera Brigada de Fuerzas Especiales.
En su testimonio, Páucar Yaguno también se refiere al teniente Christian Jheyson Revilla Barzola (28), quien fue detenido el lunes 6 de enero de 2025, tras las declaraciones de los intervenidos, que lo señalaron como la persona que les entregó este equipaje.
Marco Páucar afirmó que tomó la llave del almacén donde se encuentran las municiones para retirar los proyectiles.
Además, se señaló que este no sería un incidente aislado, pues el esquema de robo ya se habría repetido en varias oportunidades, siguiendo un patrón similar en cada ocasión.
De acuerdo con su manifestación, el primer registro de sustracción fue de 3.000 municiones en junio de 2024. En julio, la cantidad aumentó considerablemente, alcanzando los 10.000 proyectiles. Todo continuó en agosto, mes en el que se registró el mayor hurto, con un total de 15.000 unidades.
En septiembre y octubre, aseguró que se llevó 10.000 cartuchos en cada uno de estos meses. En 2025, volvería con la misma operación ilícita, por lo que retiró 3.600. En total, 51.600 municiones desaparecieron.
Sin embargo, Páucar precisó que los proyectiles sustraídos en 2024 fueron entregados al suboficial de segunda del Ejército, Segundo Troncos García, con el propósito de ser enviados a “oficiales de tiro de otras unidades que les faltan municiones y pasen sin novedad sus inspecciones”.