Cuando fue capturado, Javier Palacios se acogió a la colaboración eficaz y se declaró culpable de pertenecer a una banda criminal que defalcó al Ejército.
Javier Palacios Chauca, un militar que fue capturado en 2019 junto a otros seis integrantes de las fuerzas armadas por el robo de 500 mil galones de combustible al Ejército del Perú valorizados en S/3.5 millones, continúa en actividad y hasta fue ascendido en octubre pasado al grado de coronel, pese a que se acogió a la colaboración eficaz y se declaró culpable de integrar una banda criminal que defalcó esta institución, según un informe difundido este viernes en Hildebrandt en sus trece.
Palacios estaba a cargo del Batallón de Intendencia N.º 511, división encargada de administrar todos los grifos militares en Lima, cuando se descubrieron las actividades de este grupo denominado ‘Los Tíos del Ejército’. Según la tesis fiscal, durante esa gestión se habría autorizado irregularmente a los administradores de los grifos del Comando de Educación y Doctrina del Ejército, y del Cuartel Hoyos Rubio, a vender ilegalmente el petróleo a un técnico en retiro que lo revendía a estaciones de Chorrillos.
Tras cumplir prisión preventiva por un año, actualmente tiene comparecencia con restricciones. Su ascenso se oficializó en octubre pasado y, hasta hace diez días, trabajó en el Servicio de Intendencia del Ejército (SINTE), la oficina donde justamente se gestaron todos los ‘Gasolinazos’.
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Su ascenso contó con el visto bueno del comandante general del Ejército, David Ojeda, actual jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. “Al no tener una sentencia firme por parte del Ministerio Público, no se le puede impedir el derecho al ascenso, ya que se respeta la presunción de inocencia del oficial”, señaló un portavoz de la institución castrense a la revista.
Según la publicación, Palacios decidió ampliar su confesión ante el fiscal Hugo Minaya, de la Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios, y delatar a más oficiales, entre ellos Yáñac y Huamaní. Contactado por el semanario, solo se limitó a decir: “No puedo hablar sobre esos temas”.