Escribe: Edwin Cavello Limas
El ministerio de Cultura desde su creación y ante la falta de una buena gestión, fue una especie de holograma en la avenida Javier Prado. A Francesco Petrozzi le tocó ser el ministro número doce en llegar a la cartera de cultura, y desde su llegada el tenor comenzó a cortar cabezas de gente que formó grupitos de poder que solo se preocupaban en sus beneficios personales y no en los beneficios del país.
En la sede principal y en órganos adscritos como la Biblioteca Nacional del Perú se han realizado cambios necesarios. Una de las primeras en renunciar fue la aprista Jacqueline Mori Chávez, que estuvo como Jefa de Gabinete de Asesores del Ministerio de Cultura. Su salida representa un duro golpe a su círculo de poder.
Otras de las personas que ha presentado su renuncia es la señora María Emma Mannarelli, quien llegó a ser directora de la Biblioteca Nacional del Perú gracias a su amiga Patricia Balbuena, ex ministra de Cultura que tuvo que renunciar tras una escandalosa denuncia de corrupción. Mannarelli también fue denunciada por subirse el sueldo a 22,360 soles en época de austeridad. Pero lo más grosero fue hacerlo mientras sus trabajadores realizaban ollas comunes y protestas permanentes en su lucha por recuperar su vale de alimentos de 440 soles.
Otra de las denuncias que tiene la señora Mannarelli y su Secretaria General de la BNP Emma León Velarde, son por el delito de peculado doloso y por negociación incompatible, denuncias penales que fueron realizadas por el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Biblioteca Nacional del Perú. La denuncia fue presentada el 29 de septiembre del 2019 en la Fiscalía de la Nación Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios.
El Ministerio de Cultura es una institución del Ejecutivo desde donde se pueden lograr cosas positivas para el país, pero en la actualidad es necesaria una profunda restructuración comenzando desde sus propias oficinas conformadas por los viceministerios, direcciones e instituciones adscritas como el Archivo General de la Nación, La BNP, el Lugar de la Memoria y el MUNA, que se ha convertido en una cuestionada obra que cuenta con graves observaciones de Contraloría.
Las primeras movidas de Petrozzi le están dando buenos resultados, en tanto el decreto de urgencia que exonera por un año el IGV a la exportación y venta al libro le suman puntos a su gestión. Por otro lado ¿se logrará demoler el Hotel Sheraton de Cusco? Ya que lamentablemente el Ministerio de Cultura desde su creación no ha sido ajeno a la corrupción, pero esta red de corrupción conformada por gente con títulos y maestrías es la más peligrosa.
Petrozzi se ha metido en camisa de once varas, en sus declaraciones luego de asumir el cargo de ministro de Cultura, mencionó que él trabajará por el país; eso significa luchar contra la corrupción y la mediocridad enquistada por años en el Ministerio de Cultura. ¿Le temblará la mano?
(*) Edwin Cavello Limas, periodista y director de la revista cultural Lima Gris.