El ministro polaco Donald Tusk comentó sobre la situación «preguerra»en la que se encuentra Europa por la gran amenaza que representa Rusia
Donald Tusk, primer ministro de Polonia, señaló que Europa está enfrentando una situación que podría compararse a una «era de preguerra«, destacando que aún falta mucho trabajo por hacer para estar completamente preparados para enfrentar la amenaza que representa Rusia.
«La guerra ya no es un concepto del pasado. Es real, y empezó hace más de dos años. Lo más preocupante en este momento es que literalmente cualquier escenario es posible. No hemos visto una situación así desde 1945» comentó Tusk en una entrevista con el diario alemán Die Welt.
Mientras tanto, el trío conformado por Francia, Alemania y Polonia, conocido como el «Triángulo de Weimar«, ha liderado los esfuerzos del continente para fortalecer su defensa y protegerse ante posibles nuevas agresiones por parte de Rusia.
Tusk regresó al poder después de las elecciones del año pasado y desde entonces ha trabajado para reintegrar a Polonia en la corriente principal de Europa, tras casi una década de gobierno autoritario bajo el populista Partido Ley y Justicia.
El fin de semana pasado, Polonia anunció que un misil de crucero ruso dirigido hacia Ucrania había ingresado a su espacio aéreo, un incidente que se ha repetido durante los más de dos años de conflicto, y solicitó explicaciones a Moscú.
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A pesar de los intentos de Europa por fortalecer su capacidad de defensa, Tusk señaló que el continente aún tiene importantes desafíos por delante. Subrayó la necesidad de que Europa sea autosuficiente en materia de defensa y al mismo tiempo mantenga una sólida alianza con Estados Unidos.
«Nuestro trabajo es fomentar las relaciones transatlánticas, independientemente de quién sea el presidente de Estados Unidos», comunicó Tusk.
Tusk también señaló que Putin podría aprovechar el atentado terrorista en el Crocus City Hall de Moscú como justificación para intensificar el conflicto en Ucrania.
«Sabemos por la historia que Putin utiliza este tipo de tragedias para sus propios fines» mencionó, haciendo referencia a los eventos de 2002, cuando militantes chechenos armados tomaron como rehenes a 800 personas en el teatro Dubrovka de Moscú, y de 2004, cuando insurgentes chechenos tomaron como rehenes a 1.200 niños y adultos en una escuela en Beslán, al sur de Rusia.
«Putin ya empezó a culpar a Ucrania de la preparación de este atentado, aunque no ha aportado ninguna prueba. Obviamente, siente la necesidad de justificar los ataques cada vez más violentos contra sitios civiles en Ucrania», finalizó Tusk.
