El Minsa informó sobre un joven de 21 años con sarampión que regresó al Perú desde el extranjero. Actualmente, el paciente está estable
A través del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC), se logró la identificación del individuo afectado. César Vásquez, jefe del Minsa, destacó que el personal médico está llevando a cabo un seguimiento estricto tanto del paciente como de aquellos que estuvieron en contacto cercano con él.
Igualmente, equipos de vacunación se dirigieron a la residencia del mencionado adulto para comenzar la administración de vacunas a menores de 10 años que no han sido inoculados previamente o que no están actualizados en su protección contra el virus.
En su respectiva función, el CDC emitió la alerta epidemiológica 001-2024 a partir del 26 de enero, advirtiendo sobre el riesgo de la aparición de casos importados de sarampión y síndrome de rubéola.
La declaración urgía a que todos los centros de salud a lo largo del país intensificaran la búsqueda activa de posibles casos, tanto a nivel institucional como comunitario, centrándose especialmente en los distritos con silencio epidemiológico y bajas tasas de vacunación.
También, se exhortó al personal médico a dar prioridad a la evaluación de cualquier paciente con fiebre acompañada de erupciones, prestando especial atención a aquellos con historial de viajes, tanto nacionales como internacionales, en los 30 días previos al inicio de la erupción.
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Situación en el mundo
Actualmente, entre los países que han presentado brotes de estas enfermedades se encuentran:
- Yemen
- India
- Kazajistán
- Etiopía
- Rusia
- Pakistán
- Kirguistán
- República Democrática del Congo
- Iraq
- Azerbaiyán
En noviembre de 2023, se registraron 209 casos de sarampión en Inglaterra y 54 en el continente americano, distribuidos entre Estados Unidos (41), Canadá (12) y Chile (11). Ninguno de estos casos fue autóctono, a excepción de uno en Canadá, el cual tiene una fuente desconocida.
La cobertura global de vacunación contra el sarampión aún no cumple con los niveles recomendados, registrando un 83% para la primera dosis y un 74% para la segunda, cifras que se sitúan por debajo del umbral del 95% necesario para prevenir brotes. La pandemia ha agravado esta situación, especialmente en países de bajos ingresos, donde la tasa de inmunización apenas alcanza el 66%. Es crucial realizar esfuerzos significativos para recuperar y superar este retroceso, con el fin de evitar que el virus continúe afectando de manera desproporcionada a las comunidades más vulnerables.
La disminución de la cobertura de vacunación ha resultado en brotes significativos en 37 países durante el año pasado, marcando un aumento en comparación con los 22 países afectados en 2021. La mayoría de estos brotes se concentran en la Región de África, seguida por el Mediterráneo Oriental, el Sudeste Asiático y la Región Europea.
John Vertefeuille, director de la División de Inmunización Global de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), destacó la importancia crucial de fortalecer las campañas de vacunación para prevenir futuras muertes en todos los territorios posibles.
¿Qué es el sarampión y la rubeola?
Estas enfermedades se propagan a través de la vía respiratoria, mediante la tos, estornudos o el contacto directo con secreciones nasales o faríngeas infectadas.
El sarampión, en particular, afecta principalmente a niños, quienes pueden experimentar complicaciones como infecciones de oído, ceguera, diarrea intensa, encefalitis y neumonía, incluso con riesgo de fallecimiento. Por otro lado, si una mujer embarazada contrae rubéola, la infección en las primeras semanas de gestación puede resultar en la muerte del feto o en defectos congénitos en los ojos, oídos o corazón del recién nacido.
Según Kate O’Brien, directora de Inmunización, Vacunas y Productos Biológicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sarampión es denominado el «virus de la inequidad» debido a su propensión a afectar a poblaciones con menor acceso a la vacunación.
En este escenario, la OMS aconsejó a los países aumentar la cobertura de vacunación contra el sarampión y otras enfermedades prevenibles, con el objetivo de salvaguardar especialmente a los niños y niñas, así como a otros grupos de alto riesgo, como las mujeres embarazadas.
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