Eduardo Yong Motta ha sido designado temportalmente como director del Hospital Arzobispo Loayza tras renuncia de Carlos Otiniano
El Ministerio de Salud (Minsa) nombró de manera temporal a Eduardo Franklin Yong Motta como director del hospital Arzobispo Loayza después de la renuncia de Carlos Otiniano. Esto ocurrió después de que los medios informaran sobre el laboratorio recientemente reinaugurado por Dina Boluarte, que no estaba funcionando, y el descubrimiento de medicamentos vencidos.
En la resolución ministerial fechada el 17 de junio y firmada por el ministro de Salud César Vásquez, se nombra temporalmente a Yong Motta para el cargo.
Como se sabe, Yong Motta ocupó el cargo de ministro de Salud durante el gobierno de Alberto Fujimori. Junto con el congresista Alejandro Aguinaga y Mariano Costa Bauer, enfrentó una investigación preliminar por el caso de las esterilizaciones forzadas.
En diciembre del año pasado, la Corte Suprema aceptó la demanda de amparo presentada por Aguinaga y declaró la nulidad de la investigación preliminar. Como resultado, el caso fue devuelto al juez encargado para que emita una nueva decisión legal al respecto.
El doctor Carlos Homero Otiniano Alvarado ha presentado de manera irrevocable su renuncia al puesto de director general del Hospital Nacional Arzobispo Loayza. Comunicó esta decisión al ministro de Salud, César Vásquez, mencionando motivos exclusivamente personales.
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Otiniano había sido nombrado inicialmente como director adjunto mediante la resolución viceministerial N° 008-2023 y luego ascendido a director general mediante la resolución ministerial N° 134-2023-MINSA.
La dimisión de Otiniano ocurre en un contexto marcado por denuncias presentadas por los medios, que destacaron varias irregularidades en la instalación de laboratorios y la administración de medicamentos en el hospital.
Según las investigaciones, se descubrió que varios lotes de medicamentos necesarios para el tratamiento de los pacientes estaban vencidos y almacenados sin haber sido distribuidos. Esta situación representa una seria deficiencia en la gestión del hospital, afectando directamente a los pacientes que dependían de estos medicamentos.
La Defensoría del Pueblo también emitió una declaración respecto al tema, señalando el abandono de equipos médicos y otros bienes en el tercer piso del Servicio de Emergencias del hospital. Según la Defensoría, esta situación evidencia una negligencia significativa en la administración del hospital y representa un riesgo para la salud y la vida de los pacientes que acuden allí en busca de atención médica.
Las críticas abarcan no solo la administración deficiente de medicamentos, sino también la falta de mantenimiento y la negligencia en la instalación de laboratorios y equipos médicos esenciales del hospital. Estos problemas afectan la calidad de la atención médica que reciben los pacientes.