Las cámaras de seguridad fueron cruciales para desentrañar lo ocurrido
En un lamentable y trágico suceso ocurrido en Miraflores, dos mujeres conocidas como «peperas» fueron arrestadas después de drogar a tres ingenieros, provocando la muerte de uno de ellos. Las delincuentes captaban a sus víctimas en discotecas del distrito, robándoles sus pertenencias y vaciando sus tarjetas de crédito.
Las implicadas en este horrendo crimen son Joselyn Díaz Rodríguez (31), una joven que se hacía llamar «chica fitness» en redes sociales, y Alicia Manayay Reyes (31), quien trabajaba en una tienda de ropa en el conocido emporio comercial de Gamarra. Ambas fueron detenidas tras una orden de detención preliminar emitida por la Corte Superior de Justicia y ejecutada rápidamente por la División de Investigación de Homicidios de la Dirincri.
El trágico incidente ocurrió el 16 de marzo de 2024. Bruno Medina, un joven ingeniero mecánico de 25 años que recientemente había egresado de su carrera, fue la víctima fatal. Junto a él, dos de sus compañeros de 34 y 32 años también fueron drogados, pero afortunadamente lograron sobrevivir. Según relataron los sobrevivientes, conocieron a las peperas en una discoteca cercana al Parque Kennedy, un popular punto de encuentro en Miraflores.
El modus operandi de estas delincuentes era cautivar a sus víctimas utilizando su atractivo físico. El coronel Ricardo Espinoza, encargado de la investigación, explicó: «Una de ellas usaba su atractivo físico considerable para enganchar a los hombres. Operaban principalmente en San Isidro, Miraflores y Larcomar».
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Las cámaras de seguridad fueron cruciales para desentrañar lo ocurrido. Las imágenes mostraron que, a las 5:01 de la mañana del 16 de marzo, las víctimas y las dos mujeres ingresaron a un edificio ubicado en la calle Merino, en Miraflores. Dentro del lugar, se encontraron restos de hamburguesas, whisky y latas de cerveza, lo que indicaba que las víctimas habían sido invitadas a consumir bebidas adulteradas.
La autopsia y las investigaciones posteriores revelaron que una de las mujeres había colocado benzodiacepinas en las bebidas de los ingenieros, una sustancia que, en dosis elevadas, puede resultar letal. Tras dos horas, las delincuentes escaparon con celulares de última generación, una considerable suma de dinero y relojes.
Posteriormente, las ladronas utilizaron las tarjetas de crédito de las víctimas para realizar compras en una tienda de zapatillas en el distrito de San Juan de Lurigancho. Las cámaras de seguridad de la tienda capturaron claramente a las mujeres realizando las transacciones, lo que proporcionó pruebas adicionales para su captura.
El caso ha generado una gran conmoción y ha puesto en alerta a la comunidad de Miraflores, un distrito conocido por su vida nocturna y que ahora enfrenta el desafío de reforzar la seguridad para evitar que sucesos similares se repitan. Las autoridades han instado a los ciudadanos a estar más atentos y a reportar cualquier comportamiento sospechoso a la policía.
Este trágico incidente sirve como un recordatorio de los peligros que pueden acechar en entornos aparentemente seguros y destaca la importancia de mantenerse alerta y tomar precauciones al socializar en lugares públicos.