El mundo digital permitió que las personas ahorren tiempo al momento de realizar distintas operaciones en materia económica. Un punto importante a resaltar son las operaciones en línea que actualmente vienen contribuyendo con la inclusión financiera de manera eficiente, conveniente y segura. A través de esta modalidad, los usuarios acceden a servicios, realizan transacciones, compras y participan en actividades variadas de índole económico, convirtiéndose así en las preferidas de todo el mundo.
El uso de las operaciones en línea está diseñado para que el cliente tenga una experiencia más satisfactoria. De igual manera, el uso de la banca digital es fundamental para que las entidades financieras mejoren la accesibilidad, eficiencia y alcance de sus servicios, debido a que un gran número de personas tienen dificultades para hacer uso de ellos debido a trabas geográficas o limitaciones en movilidad.
Las operaciones en línea son realizar transacciones como pagos vía internet evitando hacer colas en las distintas agencias bancarias o tener que acudir a cajeros automáticos. Otra ventaja de este mecanismo es que se pueden hacer compras, enviar dinero, y pagar diversos servicios ahorrando mucho tiempo. Todo esto desde un celular, tablet o computadora.
Para la especialista Patricia Rojas, “La banca por internet propicia la agilidad en las transacciones, recurso que beneficia a personas y negocios. Las operaciones en línea le brindan al cliente mayor accesibilidad a servicios financieros; de ahí a lo que va del 2023, a través del Internet, se ha desembolsado miles de créditos entre prendario, garantía plazo fijo y disposición de crédito automático”, informó.
Esta función viene acompañada por fuertes medidas de seguridad con la finalidad de evitar cualquier vulneración a la información del usuario y evitar caer en fraudes. De esta manera, se genera una mayor confianza en los clientes y transparentar las operaciones.
Para la experta y gerente de Innovación de Caja Piura los canales digitales de una microfinanciera desempeñan un papel fundamental en la reducción de la brecha económica al brindar acceso inclusivo a servicios financieros.
“Una microfinanciera permite que lleguen productos como microcréditos y ahorros a comunidades remotas o desatendidas, otorgando a individuos y pequeñas empresas la posibilidad de acceder a recursos que antes estaban fuera de su alcance”, sostuvo.
“Al democratizar el acceso a servicios financieros a través de la tecnología, se empodera a estas comunidades para gestionar sus finanzas e invertir en pequeños negocios, lo que contribuye significativamente a mejorar su estabilidad económica y calidad de vida”, concluyó Patricia Rojas.