Trabajadores del Ministerio Público exigen mejores condiciones laborales mientras denuncian un aumento alarmante de cadáveres por homicidios violentos.
En el marco de la huelga nacional convocada por la Federación Nacional de Trabajadores del Ministerio Público, un técnico de la Morgue Central de Lima alzó su voz en protesta, dirigiéndose a la presidenta Dina Boluarte para advertir sobre el colapso del sistema forense ante la creciente ola de sicariato y muertes violentas que golpea la capital.
Un llamado urgente desde la morgue
La huelga, que involucra a unos 18 mil empleados del Ministerio Público a nivel nacional, se inició para exigir un aumento de presupuesto y mejoras en las condiciones laborales de los trabajadores, quienes cumplen funciones clave en la administración de justicia. Los manifestantes se concentraron en el jirón Cangallo, Lima, donde la precariedad de las condiciones en áreas críticas, como la morgue, fue uno de los temas más destacados.
Un técnico necropsiador de la Morgue Central de Lima denunció que la violencia en la ciudad ha llegado a niveles insostenibles, con un flujo constante de cadáveres resultado de asesinatos por sicariato. «Estamos desbordados por la cantidad de cuerpos que ingresan cada día. Las muertes violentas han aumentado y nuestro trabajo está colapsado», afirmó.
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Violencia desbordada en Lima
El aumento del sicariato ha generado una sobrecarga en la morgue, donde los trabajadores lidian con un flujo continuo de cuerpos que evidencian la creciente inseguridad en la capital. “La señora Dina Boluarte parece no ver la realidad. El sicariato ha crecido de manera alarmante y nosotros, en la morgue, lo vivimos cada día”, añadió el técnico.
Según sus declaraciones, lo que se refleja en los medios de comunicación solo muestra una pequeña parte de la situación crítica que se vive en Lima. “Lo que la prensa reporta es solo la punta del iceberg. La realidad es mucho más oscura y peligrosa”, lamentó.
Demandas urgentes a las autoridades
Los trabajadores de la morgue demandan no solo un aumento en el presupuesto que permita mejorar sus condiciones laborales, sino también medidas más contundentes de las autoridades para frenar la violencia que afecta a la ciudad. La protesta pone de relieve no solo la situación de quienes trabajan en el sistema forense, sino también el deterioro de la seguridad pública, un problema que exige respuestas urgentes del gobierno.
Mientras la morgue de Lima se enfrenta a una sobrecarga extrema, los trabajadores piden a gritos una solución que no puede esperar.