Hace tres semanas, el líder del ala política de Sendero Luminoso, Alex Chamán, llevó a cabo una reunión en la Universidad San Andrés de La Paz, donde brindó adoctrinamiento a estudiantes de las universidades de La Cantuta, del Altiplano y San Marcos.
Continúa con su estrategia de reclutamiento de jóvenes para su organización. El 12 de julio, Chamán utilizó nuevamente, como en 2018, las instalaciones de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) para realizar un foro internacional, cuyo objetivo era adoctrinar a universitarios peruanos que viajaron como invitados y recibieron charlas cargadas de marxismo, maoísmo y leninismo.
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“Con mucho orgullo; en lo personal, asumo el marxismo, leninismo y maoísmo, y con muchísimo orgullo, lo hice como estudiante; y lo hago hoy como docente de posgrado, y si eso me lleva a que me estigmaticen, que me terruqueen, allá ellos”, expresó Chamán durante su discurso, alentando a los universitarios peruanos y de otros países, como Bolivia, Chile, Argentina y México, a no temer al asumir ideas asociadas al terrorismo.
Sin embargo, lo que Chamán no mencionó a los estudiantes peruanos y extranjeros presentes es que, aunque ha sido profesor universitario en esa institución durante casi 20 años, tuvo que huir de Perú en 1995, tras haber estado tres años encarcelado en el penal Miguel Castro Castro. Esto ocurrió después de su arresto por participar en un ataque senderista con granadas y disparos a un patrullero policial en Surquillo. En el foro, junto a Alex Chamán se encontraban los estudiantes Dowal Luque, de la Universidad del Altiplano (Puno), y Wilfredo Siccha, de la universidad Enrique Guzmán y Valle La Cantuta (Chosica), quienes hicieron apología de la protesta.
Llamado a la protesta
Luque lamentó que los estudiantes “vienen manipulados desde el colegio”, y ya no quieren protestar por miedo a que los profesores les pongan malas notas como represalia. “Existe una necesidad de hacer una crítica a la ley (universitaria) porque muchos de ellos piensan que están en un colegio o en la secundaria, y hacen caso a lo que dice el docente… meterles temor y miedo mediante la nota… y existe poca crítica”.
Siccha, por su parte, exaltó la revolución rusa, recordando que los estudiantes universitarios de aquella época entregaron sus vidas para asesinar al zar. “Un recordatorio que hace memoria, la revolución rusa, cómo se organizaron… pero entregaron su vida matando a los zares, ellos impulsaron matar al zar, esa actitud que tomó la juventud ha repercutido para que caiga (llegue) una revolución rusa…”, dijo.
