Por: Carlos Linares Huaringa
Twitter: @carloslinaresh
En diciembre del año pasado, a pocos días de que se debatiera la vacancia presidencial, un tuit del primer vicepresidente Martín Vizcarra sorprendió más a propios que a extraños.
Minutos después de que ingresara al Congreso una moción multipartidaria planteando la vacancia de PPK, el también embajador en Canadá escribió en Twitter: “El Perú es más grande que sus problemas. Nuestro compromiso es con la gobernabilidad, respetando la Constitución y las instituciones democráticas, sin importar los colores políticos”.
De esta manera se mostraba dispuesto a cumplir con el rol constitucional para el que fue elegido en la plancha presidencial.
Sin embargo, dicho escenario no era del agrado del entorno más cercano de Kuczynski, entre los que se encontraba Fernando Zavala, quien seguía disponiendo todo desde la sombra.
Según fuentes oficialistas y fujimoristas la seguridad mostrada por Vizcarra en dicha red social se sustentaba en un mensaje previo que Fuerza Popular le hizo llegar de manera directa, a través de uno de sus representantes, en el que le garantizaban que en un escenario de vacancia, iban a respaldar su eventual gobierno.
Enterados de ello, PPK y Aráoz sostuvieron tensas discusiones con Vizcarra, quien fue traído a Lima para alinearse a la estrategia ya definida por Zavala y compañía.
La presión surtió efecto y Vizcarra terminó avalando silenciosamente el anuncio de PPK: si me vacan, mis dos vicepresidentes renuncian. Lo demás ya es historia conocida.
Siete semanas después de aquellos sucesos, el tema de la vacancia vuelve a tomar fuerza, aunque esta vez las estrategias y el desenlace podrían ser distintos.
En todo este tiempo Kuczynski no ha despejado las dudas en torno a su vinculación con el caso Lava Jato y su negativa a recibir a los congresistas solo complica más su situación. A ello se suma que el testimonio de Jorge Barata (27 y 28 de este mes) podría hacerlo caer de la cuerda floja en la que ya se encuentra.
Más de un allegado a la cúpula gobiernista da cuenta de las pugnas existentes entre Aráoz y Vizcarra, en tanto aseguran que el mandatario evalúa seriamente la posibilidad de renunciar. Esta última idea es reforzada con el rumor de la próxima llegada de Vizcarra a Lima.
Desde el keikismo, aseguran las fuentes, se ha decidido respaldar la vacancia, pero el debate de este tema lo han pospuesto hasta marzo. Las razones: que PPK renuncie antes y ya no sea necesario, que Barata no solo complique a Kuczynski sino también a Keiko, y que la Corte IDH se pronuncie contra el indulto.
Queda claro que los próximos días serán de gran expectativa.