Siete proyectos ferroviarios de US$ 43,000 millones buscan mejorar la interconexión multimodal
El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) ha anunciado una inversión de 43,000 millones de dólares en siete proyectos ferroviarios que mejorarán la conectividad del país.
Esta iniciativa busca optimizar el transporte de pasajeros y mercancías, fortaleciendo la infraestructura logística y promoviendo el desarrollo económico.
Entre los proyectos más importantes destacan el ferrocarril Lima-Ica, con una inversión de 6,500 millones de dólares, y el ferrocarril San Juan de Marcona-Andahuaylas, valorizado en 8,200 millones.
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Ambas iniciativas ya cuentan con viabilidad tras superar la etapa de estudios de preinversión.
El ferrocarril Lima-Ica tendrá una extensión de 280 kilómetros y se estima que estará operativo en 2032. En su primer año de funcionamiento, podría trasladar a 40,000 pasajeros por día, optimizando el transporte entre ambas regiones.
El proyecto San Juan de Marcona-Andahuaylas abarcará 560 kilómetros y facilitará el traslado de minerales desde la sierra hasta la costa. Este tren es clave para fortalecer la actividad minera y reducir los costos logísticos de exportación.
Además, se encuentran en fase de estudio los proyectos de los ferrocarriles Lima-Barranca (4,500 millones), Lambayeque-Cajamarca (5,000 millones) y Trujillo-Barranca (5,000 millones).
Estas rutas mejorarían la conectividad entre la costa y la sierra, potenciando el comercio y la industria.
Otro de los proyectos estratégicos es el ferrocarril Chancay-Pucallpa, con una inversión de 14,000 millones de dólares.
Con aproximadamente 900 kilómetros de extensión, permitirá conectar el puerto de Chancay con la selva, fortaleciendo el comercio internacional.
El MTC también planea desarrollar el ferrocarril Hidroeléctrica-Quillabamba, con una extensión de 42 kilómetros y una inversión de 500 millones. Este tren impulsará el turismo en la región del Cusco, facilitando el acceso a la zona amazónica.
La ejecución de estos proyectos ferroviarios se estima en un período de seis a siete años, priorizando la eficiencia en la gestión.
Con un adecuado manejo de recursos y tecnología, el MTC espera optimizar los plazos y garantizar la operatividad de los trenes en los próximos años.
El desarrollo de infraestructura ferroviaria no solo beneficiará el transporte de personas y mercancías, sino que también contribuirá a la reducción del tráfico vehicular y la emisión de carbono.
La apuesta por un sistema ferroviario moderno representa un paso clave en la transformación del transporte en el Perú.