Se llevó hasta el televisor
Gregoria Ramos Alejo mostró fotografías junto al legislador fujimorista Moisés Mamani donde llevaban una buena relación sentimental y producto de ello tuvieron una niña. Pero, hace 20 años, él la abandonó y se llevó absolutamente todo de su casa, hasta los buenos recuerdos.
Tras dejarla sin un sol para comer —según la denuncia— ella tuvo que vivir por seis años en una guardería infantil y en un comedor. Gregoria cuenta que nunca se atrevió a denunciar por manutención al congresista por temor a las represalias, pese a que la niña fue reconocida por él.
«Yo no quiero que me dé a mí, sino a mi hija. Quiero que se preocupe. ¿Cómo está mi hija? Mi hijita mira en el celular, ¿cómo está mi papá?, ‘Mejor plato come, con mujeres camina y ¿yo como estoy?’ Eso es lo que nos duele», dice la denunciante a cámaras de Puno Final.