Bukele enfatizó la importancia de seguir las políticas con determinación y fe
Este sábado, Nayib Bukele asumió su segundo mandato como presidente de El Salvador, celebrando una ceremonia en el Centro Histórico de San Salvador. En el evento, que contó con la presencia de dignatarios como el Rey Felipe VI de España, y los presidentes de Argentina, Javier Milei, y de Ecuador, Daniel Noboa, Bukele destacó los logros de su administración en la lucha contra las pandillas y delineó su visión para el futuro económico del país.
En su discurso, Bukele celebró la reducción de la violencia en El Salvador, afirmando que el país se ha librado del «cáncer de las pandillas y la inseguridad». Gracias al Plan de Control Territorial, implementado en 2019, y el Régimen de Excepción desde marzo de 2022, el país ha visto una disminución del 97% en los homicidios, con cerca de 80,000 detenciones relacionadas con actividades pandilleras. Este logro ha posicionado a El Salvador como «el país más seguro del hemisferio occidental».
«Sin el éxito de esta guerra contra las pandillas, decenas de miles de salvadoreños hubieran sido asesinados», afirmó Bukele, reconociendo la grave situación que enfrentaba el país antes de su mandato. Sin embargo, subrayó que, aunque El Salvador ha superado este gran obstáculo, la nación aún enfrenta desafíos significativos, particularmente en el ámbito económico. Bukele enfatizó que para «sanar» la economía, será necesario tomar «medicina amarga», pidiendo al pueblo salvadoreño que respalde sin titubeos las decisiones difíciles que puedan venir.
El presidente también hizo un llamado a la unidad y al compromiso, invitando a los asistentes a jurar «nunca escuchar a los enemigos del pueblo y defender nuestro proyecto de nación». Este llamado a la acción reflejó su estrategia de movilizar el apoyo popular para respaldar sus políticas, una táctica que ha sido fundamental para su administración.
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Durante su intervención, Bukele recordó la situación de violencia que prevalecía en El Salvador antes de su primer mandato. Criticó a las administraciones anteriores por no haber abordado eficazmente el problema de las pandillas y destacó que sus políticas, aunque a veces difíciles de aceptar, han sido esenciales para cambiar el rumbo del país. «Hace más de 30 años apareció el cáncer de las pandillas que se volvió lo más urgente de resolver», señaló, destacando que ninguna otra administración había logrado el mismo nivel de éxito en esta área.
La presencia de líderes internacionales en la ceremonia subraya la relevancia de El Salvador en el escenario global bajo el liderazgo de Bukele. El Rey Felipe VI, por ejemplo, no había visitado el país desde 2014, lo que destaca la importancia del evento. Bukele aprovechó la ocasión para reafirmar su compromiso con el desarrollo económico, señalando que, así como su administración ha logrado avances significativos en seguridad, también puede lograr un progreso similar en la economía.
A lo largo de su discurso, Bukele enfatizó la importancia de seguir las políticas con determinación y fe, destacando que la guía de Dios, el trabajo incansable del gobierno y el apoyo del pueblo serán cruciales para superar los retos económicos. Además, criticó a la oposición, describiéndola como «insignificante y rabiosa», y acusándola de defender una democracia que, según él, solo había traído violencia y muerte al país.
Con una retórica cargada de optimismo y determinación, Bukele concluyó su discurso asegurando que El Salvador puede repetir su éxito en seguridad en el ámbito económico. Insistió en que, al igual que el mundo ha observado los logros de El Salvador en materia de seguridad, no hay razón para dudar de su capacidad para transformar la economía del país. «No vale dudar de que podemos hacer lo mismo otra vez con la economía», afirmó, llamando a proteger el legado de su administración con la misma ferocidad con la que se ha enfrentado a las pandillas.
