Por Francisco Diez-Canseco Távara (*)
En la práctica, el problema de la permanencia de PPK en el Poder es que no lo ejerce: basta un recuento de su tránsito por Palacio de Gobierno desde julio del 2016 para percibir que este confundido Primer Mandatario no ha cumplido para nada con sus promesas electorales -¿alguien se acuerda de ellas?- y, muy por el contrario, lleva al país cuesta abajo en la rodada en medio de la inoperancia y de un lodazal de comprobados actos de corrupción.
No es tampoco que tengamos un Congreso “de lujo”. Entre la traición de Kenji a su propia hermana, las contradicciones de los marxistas que en realidad son antisistema y la compra venta de intereses de toda índole, además de la improvisación y la ignorancia, son pocas las figuras que resaltan con mérito y ética propios.
Pero el Perú necesita seguir adelante y es obvio que la rémora principal es Kuczynski quien, ya lo sabemos, no va a dar un paso al costado ya que ha proclamado que se defenderá como gato panza arriba.
Según sus voceros, el actual pedido de vacancia se basa en realidad en el otorgamiento del indulto a Fujimori y no en las múltiples acusaciones, debidamente sustentadas, sobre sus muy claros vínculos con Odebrecht.
La verdadera “muralla china”, ahora que se ha comprobado que nunca existió entre PPK y sus offshores bancadas por Odebrecht, es la que siempre ha existido entre Kuczynski y los altos intereses del Perú, nuestra Patria a la que jamás ha querido ni entendido pero de la que se ha aprovechado en forma escandalosa y consuetudinaria.
Otro argumento de sus palaciegos es que nunca antes se ha vacado a un Presidente, pese a los antecedentes de García Pérez, Fujimori, Toledo y Humala.
Esta auténtica “petición de principio” sólo puede surgir de la mente afiebrada de viejos servidores de todos los gobiernos empeñados en mantener sus privilegios que ya no saben cómo defender lo indefendible.
Ojala a los citados se les hubiera podido vacar a tiempo ahorrándole al Perú una sucesión de gobiernos corruptos que han contribuido con sus latrocinios e ineficiencia a multiplicar la Deuda Social.
(*) Presidente de Perú Nación
Presidente del Consejo por la Paz