Necesitamos una banca de fomento de desarrollo

por | May 7, 2020 | Opinión

Por: German Lench Caceres / La economía de mercado sostiene que una función básica del Estado es fijar una política económica coherente y predecible que promueva el ahorro, la inversión y tenga como resultado el crecimiento.

La política económica indica, que cuando la tasa de interés pasiva es atractiva aumenta el ahorro que la banca administra y para aumentar la eficiencia, el sistema financiero debe ser libre y permitir que los bancos compitan con libertad en las tasas de interés.

Los Bancos tuvieron el 2019 una utilidad neta de S/. 9,082.3 millones. El negocio de los bancos es captar depósitos baratos para prestarlos caros. Los bancos cobran una tasa de interés activa alta considerada usura para sus créditos y pagan a sus depositantes una tasa de interés pasiva baja. La diferencia entre las tasas activa y pasiva, llamada “spread” bancario determina el margen de ganancia del banco. Los bancos dicen que el spread es elevado porque el mercado de depósitos es pequeño. Pero los depósitos no crecen porque la tasa que pagan es baja 4,5% anual.

El crédito es un área en la cual desde las reformas neoliberales se ha permitido un oligopolio abusivo de unos pocos bancos. El costo para el país es enorme. Ante la falta de crédito, a las empresas pequeñas y medianas se les hace difícil crecer para efectuar inversiones, nuevos negocios y modernizar su tecnología.

En el Perú con el neoliberalismo, no tenemos un banco público de fomento productivo porque el oligopolio no quiere competencia.

Los neoliberales y los intereses oligopólicos se ayudan. Por un lado, dicen que debe haber un “mercado libre” y que el estado no intervenga porque sería desastroso. Por el otro, hay cuatro grandes bancos que controlan el mercado y nos imponen tasas altas.

Ante esto es necesario crear un plan de emergencia financiero donde el Banco de la Nación participe en el mercado de crédito como ventanilla del Banco de Fomento de Desarrollo respaldado por COFIDE para reducir los costos de intermediación. La banca de fomento financiaría sectores productivos agro, pesca y mediana minería por su contribución al crecimiento económico y del empleo, la infraestructura pública, vivienda y el sector rural.

El Banco de la Nación, que tiene la red de oficinas con la mayor cobertura geográfica y un enorme mercado con los miles de trabajadores públicos y pensionistas a quienes paga todos los meses, pero que no da préstamos productivos. Ahora podría ser el intermediario de la Banca de Fomento de Desarrollo.

Además, tenemos el ejemplo de otros países como Colombia, Costa Rica e incluso Irlanda, en donde el gobierno interviene en la actividad productiva de las empresas.

El banco de fomento apoyara sectores específicos de la actividad productiva a través de operaciones crediticias o de inversión, a tasas de interés menores que las ofrecidas en el mercado.

Si bien la Constitución Política del Perú contempla el principio de subsidiariedad económica, que prohíbe realizar actividad empresarial estatal ahí donde ya existe la oferta privada; se trata de dar crédito para el crecimiento productivo, haciendo que el mercado financiero sea más competitivo y regular los abusos del oligopolio bancario.

                                                                                                         (*)Economista


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