¿Llegará el día en el que los niños aprendan a escribir con un ordenador? ¿Llegará el día en el que el papel y el lapicero sean relegados por el teclado? ¿Qué pasará entonces?
Cada vez son más y más las escuelas que dan prioridad a la incorporación de las nuevas tecnologías: eBooks que destierran a los libros, tabletas que hacen olvidarse de los cuadernos… ¿qué será lo siguiente? ¿Decirle adiós al bolígrafo? Te explicamos cuáles pueden ser las consecuencias de este grave error.
Igual que la lectura aporta un sinfín de beneficios a los niños, también lo hace la escritura. Y no, no es lo mismo escribir a mano que teclear de forma rítmica o compulsiva las teclas del ordenador. Ni imaginas la cantidad de beneficios que se perdería un niño al aprender a escribir con un ordenador. De hecho, los últimos estudios de la neurociencia han demostrado que el cerebro se activa más cuando se escribe a mano que al teclear. Aquí tienes los grandes errores que supondría desterrar la caligrafía de las aulas:
- Afecta al desarrollo del cerebro: La forma en la que un niño aprende a escribir, afecta al desarrollo del cerebro. No es lo mismo aprender a unir letras tecleándolas que plasmar las letras con un tipo de caligrafía, que, como no, incluye una parte artística.
- Afecta al desarrollo de la motricidad fina: La escritura a mano es vital para el desarrollo de la motricidad fina. ¿Qué pasaría entonces? Los dedos perderían utilidad y agilidad. Las manos se volverían más torpes.
- Afecta al desarrollo del habla y la memoria: La caligrafía activa los lóbulos frontales del cerebro, relacionados con la memoria, el habla, el razonamiento y la resolución de problemas.
- Afecta al desarrollo de la orientación espacial: Al escribir a mano, también se activan los lóbulos parietales del cerebro, íntimamente relacionados con el sentido del tacto y la orientación espacial, algo que no o curre cuando se escribe con una máquina.
- Afecta a la comprensión lectora: Cada vez que el niño escribe con papel y lápiz, se activan neuronas situadas en los lóbulos temporales, que se encargan sobre todo de relacionar el contenido recibido a corto plazo con las conclusiones obtenidas a largo plazo. Escribir a mano implica más esfuerzo y comprensión de lo que se está escribiendo.
- Afecta al aprendizaje de las palabras: Escribir a mano también ayuda a reconocer con mayor facilidad las palabras, las formas y los colores.
- La caligrafía se transforma, se adapta a la personalidad del niño. A partir de los 8 años, las letras toman una forma determinada, los espacios entre ellas también. La letra también tiene ‘personalidad’, forma parte de la identidad del niño. Existen numerosos estudios que relacionan algunos problemas psicológicos o conductuales con un tipo de letra determinada.
- La ortografía se aprende escribiendo, escribiendo a mano. Es mucho más sencillo reconocer una falta de ortografía si escribes la palabra en un papel.
- Las ideas fluyen con mucha más facilidad cuando se escribe a mano. Muchos escritores escriben primero a mano antes de ponerse delante del teclado. Eso es porque mientras se escribe a mano, dejamos tiempo suficiente para que el cerebro se exprese. Con el teclado, se escribe más deprisa, y a menudo no dejamos tiempo para recapacitar.