Durante el nazismo varios de sus jerarcas e ideólogos consideraron que las medidas para cooptar a la Navidad eran insuficientes y que había que ir más allá.
La versión nazi del famoso y popular villancico “Noche de paz”, estrenado hace más de dos siglos, existió y fue interpretada durante las navidades en Alemania y en los países y territorios ocupados por los ejércitos del llamado Tercer Reich durante la Segunda Guerra Mundial.
La variante formó parte de la estrategia del régimen hitleriano para secuestrar la celebración religiosa y convertirla en una arma más dentro del vasto arsenal propagandístico e ideológico con el cual se aseguró el control social de la población.
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“Las ideologías totalitarias no aceptan tener ningún tipo de rival. La historia muestra que todos los regímenes totalitarios han buscado prohibir las celebraciones religiosas o tratar de cooptarlas”, afirmó el historiador canadiense Gerry Bowler.
“Los jacobinos durante la Revolución Francesa, los bolcheviques en Rusia e incluso los revolucionarios mexicanos vieron en la religión una amenaza a sus intereses y la combatieron”, agregó el autor de la “Navidad en la mira: 2000 años de denuncia y defensa de la festividad más celebrada del mundo” y de “Santa Claus: una biografía”.
Enterrando al niño de Belén
Una vez que los nazis llegan al poder en Alemania, a principios de 1933, cambiaron de estrategia.
“Primero, habían intentado apropiarse de la Navidad, al colocar figuras y símbolos nazis en los árboles, en las decoraciones y en los mercados navideños o instando a las mujeres a cocinar galletas con la forma de la esvástica”, afirmó Bowler.
“Pero cuando consiguen hacerse con el poder total sus objetivos se hacen más ambiciosos y quieren nazificar a la Navidad y gradualmente paganizarla, eliminando todos los elementos religiosos de la celebración, incluyendo al niño Jesús”, agregó.
Y para conseguir este objetivo contaron con la ayuda de intelectuales e incluso de algunos religiosos, reveló Perry en su libro “Navidad en Alemania: Una historia cultural”.