Corea del Norte l Negocios de este país siguen abierto en China, pese a sanción de la ONU
El representante de la dictadura comunista descartó la desnuclearización del régimen de Kim Jong-un y resaltó el arsenal con el que cuenta en caso de decidir un ataque.
El régimen norcoreano mantuvo su amenaza sobre los Estados Unidos, luego de lo que parecía una rebaja del tono bélico y tras la primera reunión con funcionarios del Sur en dos años, al aclarar que sus misiles todavía apuntan hacia territorio norteamericano
Ri Son-Gwon, jefe del departamento encargado de los asuntos intercoreanos para la dictadura comunista, mostró su incomodidad cuando un delegado del Sur mencionó la posibilidad de desnuclearización de la península, un aspecto que Kim Jong-un no acepta y que los Estados Unidos exigen antes de iniciar cualquier diálogo.
Pese a mostrar un tono amistoso hacia Corea del Sur, no rebajó su retórica contra Washington. «Todas nuestras armas de última generación, incluyendo nuestra bomba de hidrógeno y nuestros misiles intercontinentales, no están apuntando contra nuestros hermanos coreanos, contra China o Rusia, sino contra los Estados Unidos. Es el objetivo de todas nuestras bombas nucleares», indicó.
En ese sentido, apuntó que insistir en plantear la desnuclearización haría que los «buenos resultados obtenidos (en los primeros diálogos en la península) puedan ser reducidos a la nada».
La situación pone a Seúl entre la espada y la pared. Por una parte, le da la bienvenida a cualquier gesto o reunión que permita desescalar la tensión en la península, teniendo en cuenta que varias ciudades están a pocos kilómetros de las bases militares de Kim Jong-un, restando efectividad a sus escudos de misiles.
Sin embargo, desea continuar trabajando con sus aliados estadounidenses, que mantienen firme su postura de no dialogar con Corea del Norte si no se plantea el abandono total y verificable de su programa nuclear.
Por otro lado, varios restaurantes norcoreanos y otros negocios permanecen abiertos en Beijing, pese a haber expirado el plazo otorgado por el gobierno de Xi Jinping para el cierre de las empresas de ese país en China, de acuerdo con las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Actividad normal y registro de reservas para los próximos días. Ese era el ambiente en numerosos locales gastronómicos norcoreanos, aunque otros han cerrado sus puertas cumpliendo con el plazo establecido para su implementación.
«Está abierto con normalidad», dijo un trabajador del restaurante Pyongyang Haitanghua, que prefirió mantener el anonimato y aseguró que no estaba previsto el cierre del establecimiento, uno de los más populares de cocina norcoreana de la capital.
La mayoría de negocios norcoreanos en China se concentran en el noreste, cerca de la frontera entre ambos países, e incluyen desde tiendas de comida hasta agencias de viajes.
Cabe señalar, que el pasado 28 de septiembre, el Ministerio de Comercio anunció el cierre de las empresas norcoreanas y mixtas (con capital chino y norcoreano) con presencia en este país de acuerdo a la resolución 2375 adoptada por unanimidad por el Consejo de Seguridad para presionar al régimen de Kim Jong-un a detener sus programas de desarrollo de armas nucleares y misiles.