OMS investiga origen del brote tras consumo de murciélago.
Una misteriosa enfermedad ha encendido las alarmas en la República Democrática del Congo en los últimos días. Motivando a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a emitir una alerta internacional debido a su alta tasa de mortalidad y rápida propagación. Hasta la fecha, se han reportado 431 casos y más de 50 muertes, lo que ha generado preocupación en el sistema de salud local y a nivel global.
Los síntomas incluyen fiebre alta, vómitos, hemorragias internas y muerte, ocurriendo en la mayoría de los casos en menos de 48 horas tras el inicio de la sintomatología. Este cuadro clínico guarda cierta similitud con enfermedades como el Ébola, el dengue, el virus de Marburgo y la fiebre amarilla. Sin embargo, luego de analizar más de una docena de muestras, las autoridades sanitarias han descartado cualquier relación con estos virus conocidos.
Serge Ngalebato, director médico del Hospital de Bikoro, uno de los principales centros de vigilancia de la región, expresó su preocupación ante la rapidez con la que la enfermedad afecta a los pacientes. “La situación es realmente preocupante”, afirmó, subrayando la dificultad de respuesta frente a un brote tan agresivo.
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De acuerdo con un informe de National Geographic, los primeros casos se identificaron en niños de cinco años en la aldea de Boloko, en Bolomba, quienes habrían consumido el cadáver de un murciélago antes de presentar los síntomas. Luego de este episodio inicial, se detectaron 12 casos adicionales, de los cuales 8 fueron fatales.
El brote más grave se registró en la aldea de Bomate, en la región de Basankusu, donde murieron 45 personas de un total de 419 infectados. Según la OMS, cerca de la mitad de los afectados fallecieron en menos de 48 horas, lo que evidencia la alta letalidad de esta enfermedad desconocida.
Aunque en el pasado se han registrado enfermedades inusuales en esta región africana, la combinación de alta mortalidad, rápida propagación y la falta de información sobre su origen representa un gran desafío para las autoridades de salud pública.