Un conductor embistió deliberadamente a una multitud en el Barrio Francés y disparó contra policías. Las autoridades investigan el caso como un acto de violencia intencional.
Un impactante incidente marcó el inicio del año en Nueva Orleans cuando una camioneta embistió a alta velocidad a una multitud que celebraba en el icónico Barrio Francés, dejando un saldo de 10 fallecidos y más de 30 heridos. El conductor del vehículo, cuya identidad y estado actual no han sido confirmados, también abrió fuego contra las fuerzas del orden antes de ser interceptado.
El hecho ocurrió alrededor de las 3:15 de la madrugada, hora local, en una de las zonas más concurridas de la ciudad, famosa por su ambiente festivo y su historia cultural. La superintendenta de Policía, Anne Kirkpatrick, describió el suceso como un «acto premeditado y violento», señalando que el agresor buscaba causar el mayor daño posible. «El conductor disparó desde el vehículo y luego intentó escapar. Dos agentes resultaron heridos, pero se encuentran fuera de peligro», precisó Kirkpatrick en una conferencia de prensa.
En el lugar del ataque, se encontró un posible artefacto explosivo, según confirmó el FBI, que lidera ahora la investigación. «Estamos evaluando si el dispositivo es funcional», señaló la agente especial Alethea Duncan. Las autoridades descartaron por el momento la posibilidad de un ataque terrorista, aunque subrayaron que las acciones del atacante fueron «altamente intencionales».
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El gobernador de Luisiana, Jeff Landry, condenó el hecho, calificándolo de «horrendo acto de violencia». El Barrio Francés, abarrotado en esa madrugada por la celebración de Año Nuevo y los preparativos para el Sugar Bowl, un importante partido de fútbol americano, se convirtió en el escenario de caos y tragedia.
Testigos relataron el terror vivido durante el ataque. «El vehículo pasó a toda velocidad, rompió las barricadas y luego escuchamos disparos. La policía corrió en su dirección mientras intentábamos ayudar a las personas heridas», dijo Nicole Mowrer a la cadena CBS.
Nueva Orleans había reforzado la seguridad durante las festividades con 300 oficiales adicionales, incluidos equipos de patrullaje a caballo. Sin embargo, el despliegue no fue suficiente para evitar este violento ataque que enluta a la ciudad.
Las autoridades prometieron esclarecer los hechos y garantizar justicia para las víctimas, mientras la comunidad intenta sobreponerse a esta tragedia que empañó el inicio del nuevo año.