Cerrón, Salaverry y nuevo “gabinete en la sombra” definen nuevos ministros
El gabinete y el gobierno de Pedro Castillo hace agua por todos lados, sin embargo el mandatario aún no decide cuando hará los ajustes ministeriales para tratar de apaciguar la ola de descontento popular, lo cierto es que Aníbal Torres se ha negado a renunciar, Vladimir Cerrón y el asesor presidencial Daniel Salaverry ya están proponiendo nombres con el objetivo de aumentar su cuota de poder, es decir toda una repartija.
Fuentes del oficialismo revelaron a LA RAZÓN que Daniel Salaverry, asesor presidencial, ha propuesto remover a los ministros de Justicia, Vivienda y Transportes. Al primero lo acusa del fallido encierro de Lima y Callao, que generó la protesta de la ciudadanía en las calles.
En reemplazo de Félix Chero Medina ha propuesto a José Coloma Marquina, exviceministro de Derechos Humanos y Acceso a la Justicia del gobierno de PPK.
Por su lado, Vladimir Cerrón ha planteado que el nuevo Presidente del Consejo de Ministros sea una persona propuesta por el partido Perú Libre, sobre la mesa estaría el nombre de Roger Nájar, quien anteriormente rechazo asumir el premierato por un tema de salud.
El dueño de Perú Libre también busca controlar el Ministerio del Interior, portafolio clave para labores de inteligencia a rivales políticos, según las mismas fuentes. No hay que olvidar Cerrón controla las carteras de Salud y Energía y Minas.
De otro lado, el nuevo entorno presidencial, encabezado por Henry Shimabukuro Guevara, también plantea nombres al presidente de la República. Shimabukuro es un ingeniero y empresario constructor que trabaja en la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI), y que ha sido destacado en Palacio. Su familia maneja “Las Cucardas”, el único prostíbulo legal de Lima.
El nuevo círculo presidencial estaría promoviendo la designación del ministro de Cultura, Alejandro Salas, como nuevo presidente del Consejo de Ministros.
Asimismo, Aníbal Torres confía increíblemente en que el presidente Pedro Castillo lo ratifique en el cargo, según fuentes oficialistas el todavía primer ministro cree que “todo está bien en el país” y que las manifestaciones en las calles son impulsadas por la “ultraderecha” que sólo busca desestabilizar al gobierno, nada más alejado de la realidad.