Reuniones como bodas y funerales se permitirán con un límite de 10 personas
La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, anunció ayer viernes que a partir del uno de septiembre se relajará el duro confinamiento por la covid-19 que afronta el país desde la semana pasada.
Ardern explicó en una rueda de prensa que se rebajará el nivel de alerta nacional de 4a 3 a partir de la medianoche del 31 de agosto lo que supone que algunos negocios podrán empezar a funcionar si se evitan los contactos personales mientras que las reuniones como bodas y funerales se permitirán con un límite de 10 personas.
La medida se aplicará a todo el territorio de Nueva Zelanda a excepción de Auckland-, la ciudad más poblada y epicentro del brote que vive el país-, y a la limítrofe región de Northland, que podrían mantener el confinamiento total durante dos semanas mas, explicó Ardern.
El Gobierno neozelandés ordenó al principio de la semana pasada un confinamiento de todo el país tras detectar el primer contagio local de COVID-19 en seis meses.
Las autoridades registraron este viernes 70 nuevos casos locales de COVID-19, todos en Auckland, lo que eleva el número total de casos de este último brote a 347.
La primer ministra volvió a defender la víspera que la eliminación de la covid-19 todavía es «la mejor estrategia» aunque reconoció que la variante delta ha hecho que la pandemia se tenga que enfrentar de manera diferente.
Nueva Zelanda, que es uno de los países desarrollados con la tasa de vacunación más lenta, había sido mundialmente reconocido por su efectiva gestión de la pandemia que consistió en cerrar sus fronteras y efectuar confinamientos duros y tempranos.