La ampliación de la autopista Ramiro Prialé busca reducir tiempos de viaje a 20 minutos, pero enfrenta cuestionamientos por expropiaciones y conflictos legales.
La Municipalidad de Lima, bajo la dirección del alcalde Rafael López Aliaga, ha reactivado las obras de ampliación de la autopista Ramiro Prialé, una vía clave que promete conectar Chosica con la capital en solo 20 minutos. Este ambicioso proyecto, paralizado desde 2017, se extiende a lo largo de 40 kilómetros y busca aliviar el tráfico en la Carretera Central, beneficiando a más de dos millones de personas.
Actualmente, los trabajos se concentran en un tramo de 4 kilómetros, que enlazará el jirón Huancayo en Chosica con la zona de Manchay. También se incluye la construcción de un bypass en la intersección de las avenidas Las Torres y Ramiro Prialé, en Lurigancho-Chosica. Estas acciones, enmarcadas en una declaratoria de emergencia, proyectan una mejora del tránsito en la zona para finales de 2025, con una reducción del 50% de la congestión vehicular.
Sin embargo, el avance de las obras no ha estado exento de conflictos. La reciente expropiación de terrenos ha generado malestar entre vecinos de urbanizaciones afectadas, como el club Los Girasoles de Huampaní, cuyos residentes denunciaron la destrucción de áreas verdes y propiedades privadas sin consulta previa. “Ingresaron maquinaria pesada en la madrugada, destruyendo espacios comunitarios y árboles con más de tres décadas de antigüedad”, reclamó un representante de la urbanización, que exige una compensación justa por los daños.
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Por su parte, el alcalde López Aliaga defendió la iniciativa, destacando su importancia para la conectividad metropolitana y llamando al diálogo con los residentes afectados.
Además, la Compañía Rutas de Lima (RDL), encargada original del proyecto, cuestionó la ordenanza que declaró en emergencia la autopista, argumentando que vulnera el contrato de concesión y derechos legales. RDL acusa a la Municipalidad de incumplir la entrega de terrenos liberados, obstaculizando la ejecución de las obras y causando retrasos. La empresa anunció que podría emprender acciones legales a nivel nacional e internacional.
A pesar de los desafíos, el proyecto representa un avance estratégico en infraestructura vial para Lima Este. No obstante, será clave que las autoridades logren resolver las disputas con los afectados y garanticen una ejecución transparente y eficiente de la obra.