Fuerzas de la naturaleza causan estragos en la infraestructura y medios de vida del litoral norte peruano
Un maretazo de gran magnitud golpeó las costas de Piura y Tumbes, dejando un rastro de daños significativos en embarcaciones, muelles y viviendas. Las olas, que superaron los seis metros de altura en algunos puntos, afectaron severamente a las localidades de Máncora, Lobitos, Talara, Cabo Blanco, El Ñuro, La Caleta y Los Órganos.
El fenómeno, que había sido anunciado por la Marina de Guerra del Perú, sorprendió por su intensidad. Videos difundidos en redes sociales muestran el impacto destructivo de las olas. En uno de ellos, pescadores de Piura se despidieron de los restos de sus embarcaciones, que habían sido destrozadas por el oleaje. «Es nuestra única herramienta de trabajo», expresó uno de ellos, resignado ante la pérdida.
En el muelle de Lobitos, las olas arrasaron con embarcaciones y golpearon con tal fuerza que dañaron la infraestructura. «¡Se lo lleva!», gritó un pescador mientras observaba impotente cómo su bote era arrastrado por el mar. En Máncora, el desembarcadero artesanal sufrió daños considerables; las olas destruyeron barandas e inundaron áreas comerciales, obligando a los pescadores a abandonar sus actividades por seguridad.
Lee también:
Yonhy Lescano critica al Congreso y lo acusa de estar manejado por mafias
En El Ñuro, más de 100 pescadores quedaron atrapados en alta mar debido a las condiciones adversas. A pesar de sus intentos por regresar, las olas les impidieron alcanzar tierra firme. «Llevan horas atrapados», denunció un pescador local, exigiendo una rápida intervención de las autoridades para rescatarlos.
El Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) ha emitido recomendaciones para la población afectada, instando a evitar las zonas costeras y mantenerse informados. Asimismo, la Dirección General de Capitanía y Guardacostas cerró 81 puertos en el norte y centro del país como medida preventiva.
Especialistas advierten que este fenómeno podría extenderse hacia las playas de Lima y Callao en las próximas horas, coincidiendo con las celebraciones de Año Nuevo. Las autoridades mantienen la alerta para mitigar riesgos y proteger a la población ante posibles olas anómalas que podrían prolongarse hasta los primeros días de enero.
El impacto del maretazo pone en evidencia la vulnerabilidad de las comunidades costeras frente a eventos naturales, resaltando la necesidad de fortalecer las medidas de prevención y respuesta en estas zonas.