Dirigir ataques contra civiles, ya sean bombardeos y otras formas de violencia indiscriminada están prohibidas y pueden considerarse crímenes de guerra, afirmó la ONU.
La ONU advirtió a Rusia que los ataques en contra de civiles están prohibidos y pueden constituir crímenes de guerra. Además, denunció un aumento del uso de bombas de racimo en Ucrania.
Asimismo, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha registrado 564 civiles muertos y 982 heridos desde el inicio de la invasión el 24 de febrero. También, señaló que el balance real es «considerablemente más alto».
«Recordamos a las autoridades rusas que dirigir ataques contra civiles y objetos civiles, así como los llamados bombardeos de área en pueblos y aldeas y otras formas de ataques indiscriminados están prohibidos bajo el derecho internacional y pueden constituir crímenes de guerra», dijo la portavoz Elizabeth Throssell.
«Hay civiles muriendo y siendo mutilados en lo que parecen ser ataques indiscriminados. Con las fuerzas rusas usando armas explosivas de amplio efecto dentro o cerca de áreas pobladas. Con misiles, artillería pesada, cohetes o bombardeos”, dijo a los reporteros en Ginebra.
«También hemos recibido informaciones creíbles de varios casos en que las fuerzas rusas han usado bombas de racimo, incluso en áreas habitadas», denunció.
Throssell tomó como ejemplo un bombardeo a un hospital de Vuhledar ocurrido el 24 de febrero. Este incidente mató a cuatro civiles e hirió a diez, así como ataques en varios distritos de Járkov que dejaron nueve muertos y 37 heridos.
«Debido a su amplia área de impacto, el uso de bombas de racimo en zonas pobladas es incompatible con los principios del derecho humanitario internacional», enfatizó.