En un giro diplomático que refleja una madurez política y una visión estratégica, Panamá ha adoptado una postura decisiva al respaldar la Iniciativa Marroquí de Autonomía en el Sahara. Este cambio no solo representa un alineamiento con la dinámica predominante en la comunidad internacional, sino que también simboliza un compromiso profundo hacia una solución justa y duradera en un diferendo que ha desafiado el tiempo.
En el reciente encuentro virtual, encabezado por el Ministro marroquí Nasser Bourita y su homóloga panameña, Janaina Tewaney Mencomo, se cristalizó este apoyo en una Declaración Conjunta que resuena con los ecos de la diplomacia constructiva. Panamá, actualizando su postura en el tablero geopolítico, se posiciona firmemente a favor de la propuesta marroquí de autonomía para el Sahara, considerándola como «la única base para una solución justa y duradera» al diferendo.
Panamá se compromete a alinear su acción y postura futuras con esta Declaración, reconociendo al mismo tiempo el papel de las Naciones Unidas como el mecanismo idóneo para reunir a todas las partes interesadas en busca de una solución, en línea con las resoluciones del Consejo de Seguridad.
Esta postura panameña, marcada por un pragmatismo reflexivo y en perfecta armonía con las directrices del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, coloca a Panamá en sintonía con la mayoría de la comunidad internacional, que ya ha reconocido la iniciativa de autonomía como el único camino viable hacia la paz y la estabilidad en la región.
Panamá, evidenciando una visión clara y decidida, se compromete a actuar en consonancia con la Declaración Conjunta, respaldando así los esfuerzos serios y creíbles de Marruecos. Esta postura representa una desviación de soluciones extremas y poco realistas que no solo prolongan el diferendo, sino que también obstaculizan la integración regional en el norte de África.
Ambos Estados también han reafirmado su voluntad de profundizar sus relaciones en varios campos, destacando la importancia de la cooperación en áreas como el comercio, la educación, la salud y el desarrollo sostenible. Asimismo, se subrayó la necesidad de afrontar los desafíos del cambio climático y promover los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En términos de migración, se enfatizó la importancia de los esfuerzos bajo el Pacto de Marrakech y el Proceso de Rabat, así como la Declaración de Los Ángeles, apuntando a una movilidad segura y ordenada. Además, se resaltó la cooperación en conservación ambiental, especialmente en proyectos de descarbonización económica, abriendo oportunidades para inversores de ambos países.
Este encuentro no solo simboliza un fortalecimiento de las relaciones bilaterales entre Panamá y Marruecos, aprovechando las ubicaciones geográficas estratégicas de ambos países —Marruecos en el estrecho de Gibraltar y Panamá en su icónico canal—, sino que también posiciona a Panamá como un aliado clave en el apoyo a la posición marroquí sobre el Sahara. Subraya el compromiso de ambos países con un orden internacional basado en el respeto a la integridad territorial, la soberanía y la independencia de los Estados, y el cumplimiento de los compromisos internacionales.
Este paso adelante en la alianza estratégica promete beneficios significativos no solo para ambos países, sino también para la estabilidad y el progreso de la región.