Por: Beatriz Mejía Mori
Suponer que la pandemia de coronavirus y demás patógenos peligrosos como SARS, VIH, neumonía atípica, TBC, con que lo han combinado en un laboratorio en Wuhan con fines destructivos de la humanidad, es consecuencia de la mala costumbre china de comer ratones, serpientes y murciélagos, es el resultado del psico social que nos han hecho semanas antes, a través de redes sociales, con videos de chinos comiendo estos animales, para que aparezca la pandemia como natural.
Debemos entender que no es natural la combinación de estos virus que sólo puede lograrse en una mutación provocada en laboratorio con la clara intención de fabricar un virus mucho más dañoso y letal para la vida humana, es decir: crear un arma de destrucción de seres humanos, que no afecte la infraestructura, que sea silenciosa, que parezca natural, pero que mate poblaciones enteras, sin el alto costo de reconstrucción de la guerra convencional.
Nos han declarado la guerra mundial bacteriológica, y esa debe ser la razón por la que los Estados Unidos de Norteamérica, estando en cuarentena la mayor parte del mundo occidental, ha desplazado a su ejército hacia Europa, 37,000 soldados norteamericanos que muchos se preguntan si están inmunizados contra el coronavirus, imputando la autoría de la pandemia y de su vacuna a ese país.
Lo cual no es lógico, porque Estados Unidos, a través del gobierno de Donald Trump viene enfrentándose a la élite globalista que pretende dominar el mundo bajo un Gobierno Mundial, y es de esa élite, donde han financiado las investigaciones y fabricación de los virus mutantes, algunos de cuyos miembros como Bill Gates, han patentado, registrado como propios, estos patógenos peligrosos.
¿Para qué fabricarían virus mutantes y mixtos destructivos de los seres humanos? Pues para cumplir su plan de exterminio de dos tercios de la población mundial, que, según ellos, son una carga para el planeta y para la economía mundial que ellos controlan.
En cumplimiento de su plan neo- colonialista de las naciones, nos han declarado hace algunos años la guerra cultural, tratando de destruir la moral universal que sustentan los derechos humanos verdaderos, y nos están imponiendo que se reconozcan legalmente falsos derechos humanos basados en la ideología de género, que es una herramienta ideológica anticristiana que busca destruir el cristianismo como base cultural de los pueblos.
Y ahora nos han declarado la guerra no convencional de cuarta generación, esta es, la bacteriológica, para cumplir su objetivo de reducir en dos tercios la población mundial.
Es momento de levantar la moral y vida espiritual de los pueblos, y hacerles ver que en su fortaleza moral y espiritual está el poder para vencer, conscientes que el mal nunca vence y que el BIEN siempre nos sacará libres en Victoria.
Los pueblos que le creen a Dios y ponen su confianza en Él son los que permanecen y vencen frente a toda adversidad. Ninguna arma levantada contra un pueblo creyente en Dios prosperará, el Perú cree en Dios, los peruanos VENCEREMOS.