Ciudadanos se alojan alrededor de huacas de mil años de antiguedad.
Decenas de familias limeñas ponen en riesgo el complejo arqueológico Mateo Salado, ubicado en los límites del Cercado, Pueblo Libre y Breña al habitar de manera invasiva el lugar y desarrollar actividades que ponen en riesgo el patrimonio de la ciudad.
Los invasores almacenan en el lugar material de reciclaje, y cuentan con un taller mecánica que funciona dentro del complejo prehispánico que data del período 1100-1450 d.C., sin que las autoridades intervengan. Además, los autos entran y salen todo el día de la zona cultural.
Sin embargo, este no es el único sitio arqueológico afectado por los ciudadanos, pues también se constató que dentro del complejo de la Huaca Garagay (1400 a.C.), en San Martín de Porres, hay al menos diez precarias casas. Sus ocupantes transitan por la zona monumental para entrar o salir.
Cabe recordar, que días atrás, el Ministerio de Cultura y la comuna de dicho distrito impidieron que se realice una corrida de toros al interior de la huaca El Paraíso (3500-1800 a.C.). Asimismo, hace seis años, en la misma zona monumental, una empresa destruyó una pirámide de las 10 que tenía de seis metros de altura, para construir un proyecto inmobiliario.
