Por: Jorge Montoya Manrique
Nuestras fronteras marcan el inicio de cualquier relación con nuestros vecinos, es a la vez donde termina el Perú y donde comienza nuestro territorio, dependiendo de cómo queramos verlo. De los 10,153 km que tenemos, nos vamos a ocupar esta vez solo de 1,529 km que van desde la desembocadura del río Gueppi, hasta la desembocadura del rio Yaguas.
Las características demográficas de esta provincia, son la poca densidad de población 11,866 habitantes (Fuente INEI 2015), distribuida en 45,928 Km comprendiendo los distritos de Putumayo, Rosa Panduro, Teniente Manuel Clavero y Yaguas.
En este espacio geográfico está ocurriendo un fenómeno muy peligroso: la penetración en nuestro territorio de los antiguos integrantes de las FARC que no han depuesto sus armas sino que se han convertido en bandas de criminales que se dedican al tráfico de drogas, emplean nuestro territorio para sembrar coca, obligando a nuestro pobladores a cuidar estos sembríos y luego a ayudarlos a procesar las drogas y a su transporte a Colombia o Brasil.
Esto se evidencia con los resultados obtenidos en los operativos realizados el año pasado donde las FFAA más la PNP en coordinación con la Fiscalía Provincial Especializada en tráfico ilícito de drogas, decomisaron 1,290 kilos de marihuana y destruyeron 15 laboratorios de cocaína, deteniendo a 50 delincuentes, entre peruanos y colombianos.
Es digno de resaltar la manera impecable en la que se han desarrollado estos operativos, en los que han participado personal de diferentes organizaciones: Marina de Guerra, Fiscalía de la Nación, Policía Nacional y personal del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, donde se ha puesto de manifiesto la voluntad de llevar a cabo operaciones de alto riesgo para lo cual es necesario el contar con la capacidad de coordinación entre las diferentes instituciones partiendo desde el compartir la información de inteligencia en el nivel de detalle que se necesita, hasta llegar a realizar el despliegue operativo de las unidades necesarias desde Lima hasta la zona del Putumayo y luego ejecutar la operación, de manera exitosa, en una zona que presentaba muchos obstáculos geográficos que hacen difícil el acceso.
Este año, en enero, se ha realizado otra operación similar a la que estamos tratando, habiendo tenido también resultados exitosos.
Por la posición geográfica que se tiene en el Putumayo, este se convierte en un corredor de tránsito hacia los dos países con mayor demanda de estas drogas: USA y Brasil.
¿Qué está pasando en esa región de nuestro país? Tendremos que seguir haciendo operativos como los realizados para demostrar nuestra soberanía o existe alguna otra forma de ejercerla y garantizarla. Nuestros pobladores están en peligro y no cuentan con los medios para protegerse. Es obligación del Estado y del gobierno de turno llevar seguridad a esa región y permitir su desarrollo en paz y seguridad. La pregunta es: ¿estamos en capacidad de hacerlo?
La respuesta es sí. Se requiere de la voluntad política para ejecutar programas de desarrollo que generen puestos de trabajo y aumentar la presencia de las FFAA. Asimismo, se necesita el incremento del presupuesto y también crear polos de desarrollo que atraigan a la población a esos lugares de manera que puedan concentrarse en áreas que faciliten su protección.
Queda mucho por hacer en el Putumayo. Es una tarea que el gobierno está en el deber de priorizar.